_
_
_
_

El hombre que gestó los peores ataques

Atef era un policía egipcio que terminó al mando del aparato militar de Al Qaeda y emparentado con Osama Bin Laden

Ángeles Espinosa

Mohamed Atef era el hombre al que Estados Unidos responsabilizaba de la coordinación y puesta en marcha de los atentados contra sus embajadas en Kenia y Tanzania (1998). Durante el juicio llevado a cabo en Nueva York, los cuatro acusados que llegaron a sentarse en el banquillo revelaron su papel como jefe del comité militar de Al Qaeda, la organización terrorista que dirige Osama Bin Laden. Estas declaraciones le confirmaron como el segundo hombre de confianza del saudí, después de Ayman al Zawahiri.

Nacido en la localidad egipcia de Quenna en 1958, Atef, un tipo alto que casi medía un metro noventa, trabajó en el cuerpo de policía de su país hasta principios de los ochenta. Entonces, los ecos de la guerra de Afganistán llegaron hasta sus oídos, desertó y se trasladó hasta allí para luchar contra los soviéticos. Fue entonces cuando entró en contacto con el doctor Al Zawahiri, también egipcio, y a través de él, con Bin Laden.

Más información
Muere en un bombardeo el 'cerebro' de las acciones militares de Bin Laden
Los talibanes abandonan su feudo de Kandahar y se refugian en las montañas
El apoyo popular a los talibanes se desinfla en Pakistán
Los guerreros vuelven a casa
¿Dónde está Bin Laden?
Una bomba hiere a Zawahiri, el 'número dos' de Bin Laden

La yihad contra el Ejército rojo selló su alianza. Acabada la guerra, Atef, también conocido como Abu Hafs el Egipcio y como jeque Taysir Abdulá, siguió a sus mentores a Arabia Saudí, primero, y al exilio en Yemen y Sudán, después.

La década de cooperación le había situado entre los lugartenientes de Bin Laden y, según las informaciones que los servicios secretos estadounidenses han difundido de él en la prensa occidental, se ocupaba ya de misiones especiales.

El espionaje norteamericano descubrió varios viajes suyos a Somalia (aún desde Arabia Saudí) entre 1991 y 1993, tanto para entrenar a militantes somalíes como para organizar acciones contra las tropas estadounidenses allí desplegadas. Uno de aquellos atentados costó la vida a 18 soldados norteamericanos. Fueron esos éxitos organizativos y de planificación los que llevaron a Bin Laden a nombrarle jefe del comité militar de Al Qaeda, algo equivalente a responsable de los ataques terroristas en todo el mundo.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En 1995, Abu Hafs el Egipcio ya había logrado establecer una red terrorista en África oriental y, lo que se convertiría en el marchamo de Al Qaeda, células durmientes de agentes listos para actuar a una orden de sus jefes. Así creen los servicios de información occidentales que se prepararon los ataques terroristas contra las embajadas de Nairobi y Dar es Salam. Atef habría activado una de esas células durante un viaje a Peshawar (Pakistán) en 1997. Los atentados se produjeron casi un año después.

De vuelta a Afganistán, tras ser expulsado por el Gobierno de Jartum en 1996, Atef toma también a su cargo la supervisión del entrenamiento de comandos en las bases terroristas que su grupo establece en ese país.

Pero, más allá de sus relaciones amistosas y profesionales, Atef y Bin Laden habían sellado su alianza a la forma tradicional árabe: con un matrimonio. El pasado enero, una inusual cinta de vídeo mostró la boda de Mohamed, el segundo hijo del saudí, con una hija del egipcio, una adolescente de 14 años. Los dos hombres se habían convertido en consuegros.

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_