El FMI rebaja la previsión de crecimiento mundial por segunda vez en dos meses
La economía crecerá sólo el 2,4% este año y el que viene tras la crisis acentuada por los atentados
La economía mundial pierde fuelle a marchas forzadas. El Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó ayer un informe en el que rebaja la previsión de crecimiento de la economía mundial para este año y el que viene hasta el 2,4%, y que incorpora ya el impacto de los atentados del 11 de septiembre. Las anteriores perspectivas de crecimiento, revisadas el 27 de septiembre, fijaban un 2,6% para este año y un 3,5% para 2002. En un mes y medio, la institución ha rebajado nada menos que 1,1 puntos el crecimiento previsto para el año próximo.
Las tres principales economías del mundo están en pleno retroceso, según el FMI, y aún van a deprimirse más en 2002. Estados Unidos crecerá este año el 1,1%, frente al 1,3%, mientras que el año que viene sólo avanzará el 0,7%, cuando se esperaba un 2,2%. La Unión Europea (UE) aumentará un 1,7% en el actual ejercicio, una décima menos de lo pronosticado, y un 1,4% en 2002, muy por debajo del 2,2% anunciado. El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, coincidió ayer con esta previsión, al estimar que la UE crecerá el año que viene un 1,5%. Solbes hizo este pronóstico en una conferencia pronunciada en Barcelona.
Si en estas dos economías el descenso es pronunciado, en Japón la revisión de cifras augura una hecatombe. El crecimiento negativo del 0,9% en 2001 se agravará hasta el 1,3% en 2002. Este panorama es mucho más sombrío que la caída del 0,5% en 2001 y el crecimiento del 0,2% para 2002 que se calculaban para el paciente nipón en el mes de octubre. Japón, como segunda economía del mundo, verá de este modo agravada su recesión.
La situación es 'claramente difícil', reconoció el director del FMI, Horst Köhler, para quien el 11 de septiembre convierte en adivinatorio el ejercicio de hacer prospectiva económica. Muchos economistas etiquetan como recesión un crecimiento global por debajo del 2,5%, por estimar que es la cantidad mínima necesaria para hacer frente a las necesidades del incremento de la población.
Margen para bajar tipos
Pero Köhler señaló explícitamente que no creía que el mundo se encontrara ante una recesión.Para él, la coyuntura es meramente 'difícil, pero es manejable y esperamos una recuperación el próximo año', palabras que se compaginan mal con las cifras que él mismo presentó.
'Tenemos que reconocer que hacemos frente a un extraordinario grado de incertidumbre como consecuencia de los ataques del 11 de septiembre. No hay precedentes para una situación como ésta, por lo que hacer previsiones basándose en experiencias previas es poco menos que hacer adivinanzas'.
Köhler dictó recetas para las tres primeras economías y comentó la situación de Argentina, la patata más caliente con la que ahora tiene que tratar el FMI. Las autoridades monetarias de Estados Unidos (la Reserva Federal) y Europa (Banco Central Europeo) aún tienen margen para un recorte de tipos de interés, dijo Köhler, 'dada la ausencia virtual de presiones inflacionistas'. Como en el caso de Estados Unidos, Köhler aplaudió la política monetaria de la UE con los recortes de tipos decretados por el Banco Central Europeo. No obstante, subrayó que la política monetaria europea no debe ser una copia de la estadounidense. 'La política de la Fed [Reserva Federal] es la buena, pero la misma agresividad por parte del BCE habría sido un error', añadió el responsable del FMI.
Japón deberá inyectar más liquidez en el sistema para hacer frente a las tremendas tensiones deflacionarias y evitar la contracción presupuestaria, recomendó Köhler.
El FMI, el Banco Mundial y el Grupo de los 20 (los países más ricos del mundo y los de economías emergentes) se reúnen este fin de semana en Ottawa con gobernadores de bancos centrales y ministros de Hacienda de más de 180 países, en una atmósfera de depresión económica que evoca la de hace una década y la aún más grave de principios de los ochenta.
Se trata de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial, que debía haberse celebrado el mes pasado en Washington y que se suspendió tras los ataques terroristas en esta ciudad y en Nueva York. A una economía mundial ya en claro proceso de enfriamiento, los ataques del 11 de septiembre le han venido a dar la puntilla, viene a decir el informe del FMI.
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