El 40% de los ríos del País Vasco mantiene sus aguas contaminadas

Sólo una cuarta parte de los casi 50 ríos vascos analizados por el Gobierno vasco presenta un buen estado ecológico, según los datos del último estudio correspondiente a 2000. Otro tercio se encuentra en un estado regular y la calidad del agua de un 40% presenta una calidad 'mala o muy mala'. Esta situación es prácticamente idéntica a del ejercicio de 1999, aunque los técnicos precisan que 'la situación general es algo peor por el menor caudal de los ríos, debido a que ha habido menos lluvias'. Las mejoras por las obras de saneamiento abordadas se verán en próximos años.

El estudio que analiza la situación de los ríos del País Vasco se realiza todos los años desde 1993 por parte del Departamento de Medio Ambiente. Es la denominada Red de vigilancia de la calidad de las aguas y del estado ambiental de los ríos del País Vasco, que progresivamente incorpora un mayor número de cauces al estudio. Hace siete años, el análisis se limitaba a una veintena de ríos y en 2000 se ha acercado a los 50. Se han instalado 92 estaciones de muestreo en las que se comprueban 48 parámetros físico-químicos, además de estudiar las comunidades animales y vegetales.

Esta red de vigilancia comprueba, a través de muestras tomadas en mayo y septiembre, los llamados indicadores bióticos, referidos a la vida existente en los ríos y la resistencia frente a la contaminación, la calidad del agua para el abastecimiento o el baño, la vida piscícola e incluso el estado de los bosques de ribera.

El estado ecológico, que se define en base a todos esos parámetros, muestra que gran parte de los cauces del País Vasco se encuentra en una situación deficiente desde el punto de vista ambienta. En concreto, el 27% de las estaciones de muestreo registran que la calidad del agua de los ríos analizados es 'buena o muy buena', mientras que el 39% tiene la calificación de 'mala o muy mala'.

El Galindo, Asua, Nervión e Ibaizabal, en Vizcaya, y los guipuzcoanos Deba, Urola y Oria son los cauces que presentan la peor situación. De ellos, el Ibaizabal y el Urola han mejorado en tramos concretos. En Álava el panorama es más regular y únicamente existen tramos de algunos ríos con las aguas muy contaminadas. El Departamento de Medio Ambiente argumenta que el aumento en el número de muestras en puntos conflictivos explica que no exista una mejora respecto a años anteriores.

'El mayor condicionante de la calidad de los ríos es el grado de poblamiento e industrialización de las zonas por las que discurren, de manera que las cabeceras de los mismos se encuentran en general en buen estado, siendo en las poblaciones más importantes donde aparecen los tramos fluviales más degradados', señala el estudio.

El informe destaca que sólo el 6% de todos los tramos fluviales del País Vasco, todos ellos localizados en Álava, presenta una calidad apta para el baño, pese a la mejora observada en los últimos años con las grandes inversiones en saneamiento y el desmantelamiento de algunas industrias.

Los impactos negativos de mayor importancia proceden de los vertidos sin depurar y, en menor medida, de la actividad agrícola y forestal, la ocupación de riberas, la mala gestión de embalses o las talas de vegetación. La instalación de plantas de depuración, que evitan el vertido directo de aguas residuales de viviendas o industrias, es una de las claves para mejorar la calidad de los ríos y cumplir así las directivas comunitarias que obligan para 2005 que todos los municipios con más de 500 habitantes dispongan de programas de saneamiento. Según los últimos datos, las cuencas con menor grado de cumplimiento son las del Urola y Deba en Guipúzcoa, el Agüera en Vizcaya y el Araya e Inglares en Álava.

Por otro lado, un estudio de la revista Consumer, de Eroski, ha concluido que la ría del Nervión tiene una calificación negativa en cuanto a la calidad del agua, pero alcanza notas positivas por el uso de sus posibilidades educativas y la información que ofrece al ciudadano.