Los empresarios critican la rigidez y la falta de adecuación de la oferta universitaria vasca
Confebask critica la falta de formación específica para el mercado productivo
Los empresarios vascos se encuentran muy poco satisfechos con la labor que realizan la Universidad del País Vasco (UPV), la Universidad de Deusto y Mondragon Unibertsitatea. A juicio de Confebask, la patronal vasca, y de la Asociación de Jóvenes Empresarios Vascos (Ajebask), la educación superior que se imparte en la comunidad autónoma es demasiado rígida, su oferta dista de amoldarse a las necesidades del mercado laboral y existe una carencia en el alumnado de formación específica para su incorporación al sistema productivo.
Muy lejos quedarían las tres universidades vascas de la matrícula de honor si sus examinadores fueran los representantes del mundo empresarial. Tanto en el análisis de la Confebask como en el de las tres patronales provinciales (el alavés SEA, la guipuzcoana Adegi y la vizcaína Cebek), la crítica y la exigencia de modificaciones a los centros de formación superior de la comunidad autónoma son constantes.
Pese a que los responsables empresariales no dudan en resaltar la voluntad de mejora y el desarrollo que se ha producido en los últimos años en el funcionamiento de la UPV, la Universidad de Deusto y Mondragon Unibertsitatea, la relación entre lo que se reclama desde el mercado laboral y lo que se ofrece desde la universidad no es aún la óptima. 'A pesar de que se ha avanzado de forma significativa, la universidad sigue respondiendo, en términos generales, más a sus consideraciones sobre lo que hay que impartir a los futuros profesionales que a las necesidades reales del sistema productivo', aseguran fuentes de Confebask.
En el mismo sentido, pero en términos más esperanzados, se pronuncia la Asociación de Jóvenes Empresarios Vascos. 'Históricamente, la relación entre universidad y empresa ha sido prácticamente nula. Cada una iba por su lado. Pero este problema es generalizado. En este contexto, precisamente las universidades catalanas y vascas son las que han hecho un mayor esfuerzo, pero es evidente que se puede y se debe mejorar esta relación porque queda mucho camino por recorrer', subrayan medios de la citada organización.
Uno de los principales puntos débiles de las universidades vascas, y de las españolas, en general, ha sido y continúa siendo, tal y como se reconoce desde los propios centros académicos, la ausencia de flexibilidad ante un mundo en el que las modificaciones son mayores y más rápidas. Así lo creen también los representantes del colectivo empresarial vasco, que se muestran especialmente críticos con el papel del profesorado. 'Las estructuras de las universidades son todavía demasiado rígidas, a la vez que les resulta difícil que el profesorado cambie en función de las necesidades de cada momento, ya que tiene asumida esa función de por vida, en contra de lo que se preconiza para los trabajadores, que están sometidos a un aprendizaje continuo', se apunta desde Confebask.
Es esta misma razón la que hace que, según la patronal, la oferta docente de las universidades vascas se halle en ocasiones alejada de la realidad del mercado laboral y el tejido empresarial. 'A menudo, la oferta de las universidades se corresponde más con las estructuras de profesorado que con un análisis sobre las necesidades que se plantean en las empresas donde los jóvenes van a trabajar. Permanecen ofertas que necesitan una reducción o incluso su eliminación y que se mantienen únicamente por existir profesores de estas materias', critican las fuentes informantes.
Cambio de metodologíaA este respecto, Confebask no pone ningún pero al bagaje teórico con el que terminan sus estudios los alumnos de las tres universidades vascas, aunque su juicio es distinto sobre su conocimiento práctico. 'La formación genérica es buena, pero la formación específica para su incorporación al sistema productivo en muchos casos se aleja de las exigencias reales', advierte la patronal.
Por todo ello, la confederación empresarial considera que las universidades vascas deben poner especial empeño en responder de manera 'cuantitativa y cualitativa' a las demandas del mercado. Del mismo modo, cree necesario tanto un cambio de metodología para incluir aquellos sistemas encaminados no sólo a la transmisión de conocimiento, sino 'al desarrollo de las capacidades demandadas en la actualidad', como un acercamiento de la investigación a las 'necesidades planteadas y no tanto a las expectativas curriculares de los investigadores'.
En mayor o menor medida, tal y como destaca Ajebask, las universidades vascas están dando esos pasos. En su opinión, Mondragon Unibertsitatea está en el buen camino y la UPV, pese a las dificultades inherentes a su tamaño, también. 'Recientemente ha creado un departamento de relaciones con la empresa y ha puesto al frente a un vicerrector que se hace cargo de potenciar y revitalizar lo que hasta ahora ha venido siendo uno de los puntos débiles de la universidad', subraya.
Colaboración necesaria
Uno de los mejores métodos para paliar las deficiencias que los empresarios encuentran en las tres universidades vascas es colaborar, en la medida de lo posible, con ellas en la mejora de la capacitación del alumnado. Confebask así lo hace con iniciativas como el programa de formación compartida universidad-empresa, fruto de un convenio suscrito con la UPV y la Universidad de Deusto en el año 1992. Este proyecto tiene como objetivos básicos la disposición de recursos humanos con la formación más adecuada a las necesidades y demandas de la sociedad y el sistema productivo, la oferta de un mayor conocimiento de la empresa para los alumnos y de una experiencia laboral que les ayude en la consecución de su primer empleo. Por otro lado, también se pretende con él una mejora en la calidad y en la competitividad del tejido empresarial vasco y, de paso, posibilitar una mayor adecuación entre la oferta y la demanda de empleo. Su aplicación ha supuesto que hasta el momento cerca de 13.000 universitarios hayan realizado prácticas laborales en empresas. A esta iniciativa hay que sumar el desarrollo del programa europeo Leonardo, que ha permitido a más de 450 universitarios vascos realizar prácticas en el extranjero, y el Foro Universidad-Empresa, que tiene como fin lograr una mayor adecuación de la oferta docente y la demanda laboral. De igual forma, las tres patronales provinciales, el SEA en Álava, Adegi en Guipúzcoa y Cebek en Vizcaya, han suscrito convenios con la universidad pública y la privada con igual fin. También la Asociación de Jóvenes Empresarios Vascos aporta su apoyo a esta labor. De hecho, colabora con la Facultad de Ciencias Empresariales de la UPV en la organización de charlas y de cursos para fomentar el espíritu emprendedor de los estudiantes y animarles al autoempleo, una opción que cada vez cuenta con más adeptos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.