El Gobierno comprará riberas de ríos para protegerlas

El Departamento de Medio Ambiente está ultimando un programa de adquisición pública de las riberas de algunos ríos del País Vasco para proteger el ecosistema fluvial. Se trata de una iniciativa que nunca se había hecho con el carácter general como se pretende realizar ahora.

El objetivo es adquirir los tramos de los ríos que están en buenas condiciones ambientales para seguir preservándolos y comprar los tramos que no lo están pero que pueden recuperarse de una manera satisfactoria con una actuación de conservación. Los principales problemas a los que se enfrentan estos tramos fluviales son la actividad agrícola y forestal, como la invasión de los agricultores, que a veces intentan llegar hasta la misma orilla labrando la tierra; la edificación y la corta de arbolado. La protección incluirá tanto la preservación de las aguas como de las riberas y de toda la naturaleza y biodiversidad del cauce.

La compra del primer bloque se producirá el año que viene, una vez que se aprueben los Presupuestos de 2002, confirmó a este periódico el responsable de Planificación Hidrológica de la Dirección de Aguas, José María Sáez de Galdeano.

Para determinar qué tramos se compran, el departamento de Medio Ambiente que dirige Sabin Intxaurraga (EA) está ultimando un estudio sobre la situación de todas las riberas. Esta foto de situación le permitirá al Ejecutivo catalogar las riberas según su estado de conservación.

Este programa llega después de los múltiples problemas que le han planteado los particulares al Gobierno a la hora de proteger las riberas, al considerar que formaban parte de su propiedad y puede hacer allí lo que le de la gana. Según Galdeano, 'cuando el Gobierno ha pretendido intervenir protegiendo un tramo, como cuando se ha impedido a algún particular talar los árboles de la ribera o llegar demasiado cerca del río labrando con el tractor, se han producido numerosos problemas'. La legislación actual contiene una batería de medidas de protección, pero no son tan 'extensas' como sería necesario, en opinión de Sáez de Galdeano, lo que obliga a la Administración a echar mano continuamente del régimen sancionador.

Para evitar las disputas y la constante imposición de sanciones, 'se seleccionará lo que sea más valioso, se adquirirá por la vía del acuerdo y, si no es posible se expropiará, porque es una actuación de interés general. Si se adquiere la propiedad de las franjas de los ríos, ya no se entra en conflicto con nadie', zanja.