Condenado un médico a pagar 139 millones y una renta vitalicia a un niño por dejarlo inválido
El Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla ha condenado a un ginecólogo a un año de prisión y al pago de una indemnización de más de 139 millones de pesetas como autor de un delito de lesiones por imprudencia profesional grave en el transcurso del parto de un bebé, que actualmente tiene seis años y padece una minusvalía del 99%. La sentencia, que se conoció ayer, impone además al médico un año de inhabilitación para practicar la ginecología y, para el niño, fija una pensión vitalicia de 7.477.720 pesetas anuales a partir del año 2007, cuando el menor cumpla 12 años, que es la esperanza de vida que le calcularon los peritos durante el juicio.
Los hechos se remontan a la madrugada del 15 de abril de 1995, cuando E. R. F., que estaba en el octavo mes de embarazo de su segundo hijo, acudió con contracciones y pérdidas de líquido amniótico a la clínica privada de Fátima. El ginecólogo, Francisco Díaz Arcas, no se personó en el centro y le dio el alta por teléfono tras conversar con ella y con una de las dos matronas que le atendieron, que informó al médico de que los síntomas que presentaba la mujer no hacían pensar en un parto inminente. Aquel 15 de abril era Sábado Santo y Díaz Arcas citó a la mujer el lunes en su consulta privada.
La sentencia considera probado que la paciente dejó la clínica sin que le hubieran practicado ninguna prueba para comprobar el estado del feto. Cuando a los dos días acudió a la consulta, las molestias persistían, pero el médico le practicó un reconocimiento manual y volvió a enviarla a casa.
Lesiones neurológicas
El 18 de abril, E. R. F. fue sometida a una cesárea de urgencia y dio a luz a un bebé que presentaba lesiones neurológicas irreversibles. El diagnóstico del menor es de encefalopatía multiquística de origen perinatal grave, causadas por sufrimiento fetal y con repercusiones digestivas, neurológicas y respiratorias. El niño, que hoy tiene seis años, ni ve, ni habla, ni mueve las extremidades, sufre epilepsia y retraso madurativo.
Según la sentencia, el ginecólogo, su compañía de seguros y la aseguradora médica Sanitas se harán cargo de pagar los 139.639.300 pesetas a los padres del niño por daños y perjuicios, además de una renta vitalicia de más de siete millones al año para sufragar la ortopedia, los medicamentos y la adaptación de vivienda y vehículo que precisa el menor. La acusación particular ejercida por los padres había solicitado tres años de prisión y 386 millones de indemnización, mientras que el fiscal pedía dos años de cárcel, 69 millones de indemnización y algo más de cinco millones anuales de pensión vitalicia.
El fallo absuelve a la clínica de Fátima y a las dos matronas, que estaban imputadas por delitos de lesiones por imprudencia profesional grave. Tanto los abogados del médico y del seguro como el de los padres mostraron su intención de recurrir la sentencia ante la Audiencia Provincial.
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