'Sanidad no introducirá el copago para financiar servicios'
El nuevo director general de Osakidetza, Josu Garay (Bilbao, 1963), se enfrenta al cargo con un talante abierto. Eficiencia es la palabra que preside el discurso del primer responsable del Servicio Vasco de Salud que no estudió Medicina. Este licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales hace bandera de la eficiciencia en el gasto y en el uso de los recursos públicos como mejor garantía para mantener el actual nivel de prestaciones. De momento, rechaza la inclusión del copago por parte de los ciudadanos para financiar servicios.
Pregunta. ¿Cuál es el estado de salud del sistema sanitario vasco?
Respuesta. Los que mejor conocen cómo se encuentra el sistema son los propios pacientes. Tenemos la costumbre de preguntar mucho a los ciudadanos, a través de encuestas, su opinión sobre los servicios que prestamos. Y son los pacientes los que dicen que están muy a gusto con lo que se les ofrece.
'Las prestaciones de alto coste pueden afectar seriamente a los recursos de Euskadi'
P. ¿Cómo se consigue ese buen estado de salud?
R. Es una labor de muchos años. El Gobierno vasco ha apostado por acercar la sanidad a los ciudadanos, por tratar de conocer lo que necesitan, por dar lo que piden y por gestionar con eficacia.
P. ¿Y cuál es el peligro al que se enfrenta la sanidad vasca y que le pueda obligar a rebajar su actual nivel de prestaciones y de calidad?
R. No hay peligro de rebajar el nivel de prestaciones que se ofrece ahora. El problema es la presión que sobre el sistema sanitario ejercen las nuevas tecnologías, las prestaciones de alto coste con las que continuamente nos bombardea la industria para que sean introducidas. De ahí pueden venir los mayores peligros para nuestra sanidad, porque Euskadi es un país pequeño, con unos recursos limitados y las nuevas prestaciones de alto coste afectan seriamente a nuestras posibilidades económicas. Si continua el bombardeo tendremos que hacer un análisis sobre las prioridades que podemos cubrir.
P. ¿La introducción del copago por parte de los ciudadanos ayudaría a sufragar el coste de las nuevas tecnologías?
R. No. Sanidad no se plantea introducir el copago, para nada. Lo que hay que buscar es exprimir al máximo la eficiencia de los actuales recursos, y algún día tendremos que hacer una reflexión sobre qué calidad y cantidad de servicios se pueden ofrecer con el nivel de renta que tenemos.
P. ¿Para cuándo prevé esa reflexión?
R. De momento, la disposición financiera del Gobierno vasco le permite hacer frente a las necesidades de salud que tiene la población.
P. La reforma sanitaria que en su momento aprobó el Parlamento vasco en 1997 tenía entre sus objetivos una mayor implicación de los médicos en la gestión. ¿Por qué no se ha logrado?
R. Hoy es cuando más cerca están ambas culturas. La situación anterior a la reforma y la actual no tiene nada que ver. Es verdad que no se han cumplido todas las expectativas que teníamos, sobre todo en el ámbito de la atención especializada, en los hospitales. Tendremos que hacer un rediseño de los contratos de gestión clínica para ver si somos capaces de flexiblizar sus condiciones y que nos sirvan para cumplir los objetivos. Sin embargo, en el campo de la atención primaria hemos establecido 25 contratos de gestión clínica con diferentes unidades y estamos satisfechos de cómo se han involucrado los profesionales en la gestión de los recursos.
P. Tal y como se atiende hoy en las consultas, ¿cree que el médico tiene tiempo suficiente para informar correctamente al paciente?
R. Con la aplicación de las 35 horas en la Administración, en el año 2001 se ha iniciado un camino para reducir el cupo de pacientes de cada médico. Y de una media de 2.100 pacientes que tienen los médicos de atención primaria en muchos casos, se tenderá durante esta legislatura a los 1.800. Para lograr eso se incorporarán más médicos allí donde más falta hacen. Así tendrán menos pacientes que ver y el tiempo dedicado a cada usuario aumentará. Con respecto a la forma de dar la información, si el paciente considera que no se le transmite de una manera clara, yo le animo a que exija al médico que le explique claramente su problema.
P. ¿Es posible rebajar la media de dos meses que tienen que esperar los pacientes en Euskadi para operarse cuando se trata de una intervención programada?
R. El objetivo básico en la demora de la lista de espera quirúrgica son 60 días y eso lo mantenemos. Es un plazo razonable para operaciones programadas, porque nadie espera si hay un peligro para la salud. Lo que hay que hacer es gestionar mejor otras listas de esperas, como las de consultas especializadas y para pruebas diagnósticas, porque históricamente hemos dedicado más recursos a las listas de espera quirúrgica. Ahora vamos a tratar de definir cuál es el tiempo de espera razonable.
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