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Castellano evita dar explicaciones sobre la retirada de bolsas de plasma

María Fabra

El consejero de Sanidad, Serafín Castellano, no quiso desvelar ayer quién decidió retirar una parte de las bolsas de sangre que se encontraban en el interior de la cámara del centro de transfusiones de Castellón cuando ésta sufrió una variación de la temperatura. Tampoco informó de por qué se desecharon unas, alrededor de 150, mientras que otras se conservaron para posteriores transfusiones, unas 250. La decisión se adoptó después de que un descuido provocara que una de las puertas de la cámara se quedara abierta, lo que llevó a una alteración en la temperatura a la que ha de conservarse la sangre que no fue detectada por dos de los sistemas de alerta del centro. El máximo responsable de la sanidad pública valenciana dijo que 'lejos de ser criticable, es una muestra de que los sistemas de vigilancia y prevención han funcionado, porque ante la sospecha de que había bolsas que no estaban en condiciones, éstas se retiraron'.

Castellano mantuvo que, en ningún momento, se ha ocultado información, tal como señaló el parlamentario socialista Daniel Gozalbo, y que ésta sólo existe 'en la mente de la oposición'. Además, indicó que 'la dirección del centro informó donde tenía que informar', aunque eludió pronunciarse sobre la circunstancia desvelada por Gozalbo, quien aseguró que la dirección del centro pidió a los trabajadores que no desvelaran el fallo alegando que se trataba de un 'secreto profesional'.

Tarjetas para inmigrantes

Por otra parte, Serafín Castellano se refirió también a la concesión de tarjetas sanitarias a inmigrantes que, según denunció el PSPV, la consejería está frenando en Castellón al exigir el número de identificación de extranjero (NIE) cuya concesión registra demoras de entre cuatro y nueve meses. El consejero de Sanidad señaló que la concesión de más de 25.000 de las llamadas 'tarjetas solidarias' es una 'demostración de las políticas verdaderamente solidarias' que está llevando a cabo el gobierno autonómico. 'La agilidad es la adecuada', manifestó Castellano, que aseguró que desde Sanidad no se está poniendo ninguna traba. Aún así, la diputada socialista María José Mendoza expuso ayer que el número de tarjetas concedidas (más de 25.000) corresponde al 50% de las solicitudes de regularización que se presentaron hasta el pasado 31 de julio.

Mendoza admite que algunos de los más de 25.000 casos en los que se traduce el porcentaje se deben a personas que no han solicitado la tarjeta, pero que, en otros muchos, se trata de retrasos o negación de la misma. Pese a que en Valencia y Alicante no se exige el NIE para la concesión de la tarjeta solidaria, que permite la atención sanitaria gratuita a los inmigrantes, el retraso en la entrega de la misma, según Mendoza es de, aproximadamente un mes y medio.

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