Los occidentales del Golfo temen ser objetivos terroristas

La mayoría de ciudadanos occidentales que trabajan en el golfo Pérsico viven estos días con angustia y temor a ser objeto de un atentado y las embajadas han recomendado extremar las precauciones. Las autoridades consideran que tanto el asesinato, el miércoles, de un canadiense en Kuwait, como el atentado sufrido la víspera por dos alemanes en Arabia Saudí, del que salieron ilesos, son represalias por el ataque de EE UU contra Afganistán.

En la zona del golfo Pérsico viven unos 100.000 estadounidenses y europeos y las embajadas de los países que apoyan la Operación Libertad Duradera han pedido a los ciudadanos de sus respectivos países precaución y que limiten sus movimientos. 'Mucha gente está empezando a acumular comida', explicó David Castillo, un estadounidense de 57 años que trabaja en Riad (Arabia Saudí).

El asesinato, el miércoles, de Luke Adrey, un canadiense de 35 años que trabajaba en el aeropuerto que EE UU tiene como base en Kuwait, ha encendido todas las luces de alarma entre los occidentales que viven en el Golfo. A pesar de que la investigación sigue su curso y todavía no hay conclusiones oficiales, tanto los diplomáticos occidentales como el Gobierno kuwaití barajan como principal hipótesis que el asesinato sea una represalia por el ataque de EE UU contra Afganistán.

La esposa de la víctima, de nacionalidad filipina, fue herida por tres impactos de bala y ayer seguía en el hospital en situación estable. Según el periódico kuwaití Arab Times, ésta ha explicado a la policía que el autor del atentado, de aspecto indio o paquistaní, gritó, antes de abrir fuego: '¡Alá es grande!'.

También el atentado del martes en Arabia Saudía, el país natal de Osama Bin Laden, parece conducir hacia activistas contrarios al ataque de EE UU, según fuentes diplomáticas. Según los testigos, un hombre ataviado con una indumentaria típicamente saudí lanzó el explosivo contra un vehículo en el que se encontraba la pareja alemana.

'Nos lo hemos tomado muy en serio, creemos que ha sido el primer ataque contra extranjeros desde el inicio de los bombardeos', añadieron fuentes diplomáticas en Riad. El pasado día 6, dos estadounidenses fallecieron por la explosión de una bomba en Khobar, al este de Arabia Saudí, pero las autoridades evitaron entonces relacionar la acción con la crisis abierta por el atentado del 11 de septiembre en Washington y Nueva York.

'Pedimos a los ciudadanos de Estados Unidos que limiten sus movimientos, que mantengan una actividad baja y que estén muy alerta a todo lo que pase a su alrededor', dijo ayer el embajador estadounidense en Kuwait. 'Creo que la gente está empezando a sentir pánico', explica una estadounidense que vive en el emirato, quien añade: 'La gente se está empezando a preguntar si no ha llegado el momento de marcharse y de sacar a los hijos del país'

Ann Saunders, una profesora canadiense que reside en Kuwait, expresa su preocupación: 'Antes nos sentíamos tratados como si no fuéramos occidentales, pero ahora sentimos que podemos convertirnos en objetivos [de los terroristas]'.