Aznar: 'Lo peor es que alguien piense que el terrorismo es gratis'

El presidente del Gobierno, José María Aznar, reconoció anoche, tras la segunda oleada de ataques sobre Afganistán, que la respuesta militar a los atentados del 11 de septiembre implica riesgos para la seguridad internacional y doméstica de los países afectados, pero añadió que más peligroso sería que los crímenes terroristas quedasen impunes. 'El mayor riesgo', afirmó, 'es que alguien piense que el terrorismo es gratis'.

'Yo sé que hay gente que puede pensar si los riesgos merecen la pena', dijo Aznar, tras proclamar que con el terrorismo 'no hay posibilidades intermedias, tiene que ser erradicado', y constatar que la propia lucha antiterrorista lleva a situaciones 'que pueden generar incertidumbre'. 'Pero insisto', añadió, 'en que el mayor riesgo es que el terrorista piense que sus actos no van a ser castigados, que tiene el campo libre para actuar'.

El presidente del Gobierno hizo estas manifestaciones en presencia del primer ministro de Vietnam, Phan Van Khai, que expresó un punto de vista muy distinto sobre el desarrollo de la crisis. 'Nosotros condenamos enérgicamente el terrorismo y lo consideramos como un peligro para la estabilidad mundial, pero consideramos que el ataque a Afganistán tal vez no sirva para capturar a Bin Laden y que, sin embargo, la población sufrirá, como sabemos por nuestros 30 años de experiencia de guerra. La única diferencia es ésa, y hacemos un llamamiento a las partes para que se moderen y acaben cuanto antes para evitar daños a la población.

Aznar, que agradeció la 'comprensión' de su huésped hacia las circunstancias políticas y personales que le llevaron a cancelar durante el último año dos visitas a Hanoi, reiteró, en cambio, su 'total solidaridad' con las autoridades norteamericanas -'me siento muy cerca de los que están llevando el peso de esta lucha', dijo- y la 'disponibilidad plena y sin reservas' de España para contribuir a la respuesta con 'medios materiales y humanos, es decir, con tropas, si es necesario'.

En ese sentido, el presidente, que desde que se empezó a hablar de respuesta militar manifestó su voluntad de que hubiera alguna presencia española entre los atacantes, confirmó anoche que, a diferencia de los líderes de Canadá o Francia, no ha recibido todavía ninguna petición concreta de Washington. Pero añadió que eso no debe ser visto como un signo de menosprecio.

En cuanto a los riesgos derivados de la respuesta, afirmó que, en el plano internacional, habrá que seguir conteniéndolos mediante consultas intensas con los países árabes que eviten el sentimiento de choque entre religiones o civilizaciones. Por lo que se refiere al plano interno español, dijo que 'la tranquilidad es completa' y, en relación con los sucesos registrados ayer en Melilla, afirmó que 'no se ha producido ninguna circunstancia que merezca ser reseñada'.