_
_
_
_
Reportaje:

Víctima con antecedentes

Una peletería del centro de Sevilla ha sufrido esta semana el segundo robo en un mes y el quinto desde enero

Reyes Rincón

Los últimos datos del Instituto de Estudios sobre Seguridad Pública que advierten de que la criminalidad en Andalucía creció en el primer semestre de 2001 un 12% respecto al mismo periodo del año pasado, se quedan cortos para el dueño de la peletería Lonu de Sevilla. En los casi 16 años que lleva abierto su negocio, Marcelino López jamás había sufrido un robo, al margen de la sustracción de alguna pieza por parte de clientes avispados que intentan aprovechar el momentáneo despiste de las dos dependientas.

Pero en lo que va de año, esta peletería, situada en la calle Méndez Núñez, en pleno centro de la capital, ha sido ya atracada cinco veces, la última el pasado martes. El montante total de pérdidas ronda los 18 millones, pero según Marcelino el principal daño no es el económico. 'Estos robos tan seguidos te hunden la moral', asegura con desesperación nada más despedir a dos miembros del Cuerpo Nacional de Policía, que han acudido a la tienda para recabar datos.

A pesar de las críticas que se escuchado estos días desde todos los ámbitos hacia la falta de efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, que sólo en Sevilla tiene hoy 200 miembros menos que hace dos años, Marcelino no se queja de la labor de este cuerpo y prefiere culpar de la situación a los políticos y los jueces 'por dejar libres a delincuentes recién detenidos, aunque tengan varios antecedentes'. Una reflexión que coincide con la efectuada esta semana por el delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado, y por la que el PSOE ha exigido su comparecencia en el Congreso de los Diputados.

A Marcelino le cuesta ya llevar la cuenta, pero hace memoria para dar con el balance del año: el primer robo, el 10 de enero; dos muy seguidos en mayo; otro más en septiembre; y el último, el 2 de octubre. Menos en el de enero, en el que los ladrones se ayudaron de una piedra para romper el escaparate, en los otros cuatro han usado la placa de una alcantarilla para hacer añicos los cristales blindados del local.

'Seguridad pasiva'

En su intento de prevenir nuevos robos aplicando y esa práctica que el delegado del Gobierno ha denominado 'seguridad pasiva', el propietario de Lonu consiguió incluso que el Ayuntamiento reforzase el anclaje al suelo de las alcantarillas cercanas a su tienda. Pero los ladrones se resisten a buscar nuevos métodos y el pasado martes se trajeron la placa con ellos desde otra calle de la ciudad.

En los dos últimos casos, los ladrones también repitieron la hora de sus asaltos: en torno a las 6.30, una hora en la que la calle Méndez Núñez empieza ya a despertarse, por lo que resulta aún más extraño la parsimonia con la que el propietario cree que los asaltantes seleccionaron las piezas de su botín. Además, al contrario de lo que puede parecer habitual en los atracos a comercios, los cinco robos en la peletería Lonu ocurrieron en días laborables. Tan sólo en una ocasión sufrieron un amago de robo un sábado, pero algo debió espantar a los ladrones y Marcelino se encontró por la mañana con la consabida alcantarilla en la puerta de la tienda.

En cifras, el peor robo fue el de septiembre, cuando los delincuentes se hicieron con joyas y pieles por una valor cercano a los diez millones de pesetas. En el del martes, se llevaron un perchero con abrigos de visón valorados en unos cinco millones. Esta vez dispusieron de todo el tiempo que quisieron porque, 'inexplicablemente', según Marcelino, la alarma no sonó. El dueño estudia incluso la posibilidad de pedir una indemnización a la empresa de seguridad por el fallo del sistema. Si no lo consigue, tendrá que hacerse cargo una vez más en solitario de las pérdidas porque, dice, hace ya más de cuatro años que las empresas de seguros no quieren saber nada de las peleterías. Las joyas sí que las tiene aseguradas, pero el contrato actual le vence en noviembre y teme que nadie se lo va a querer renovar.

Marcelino se resiste a creer que los ladrones se hayan cebado con su negocio por alguna razón especial. Las joyas las recoge todas las noches antes de cerrar, pero las pieles, argumenta, son imposibles de almacenar en otro sitio.

Tras el último robo, Marcelino optó por hacer guardia día y noche en el local hasta que le instalaran las rejas en el único tramo de escaparate que no las tenía hasta ahora, y que es precisamente el que el pasado martes aprovecharon los ladrones para adentrarse en la tienda. 'No hay derecho a que tenga que dejar a mi mujer enferma en Cáceres ni a que las chicas [por dos las dependientas], que llevan conmigo 14 años, vengan ahora con miedo a trabajar', se queja Marcelino desbordado por la impotencia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_