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Ulemas de Marruecos proclaman que el Gobierno pecó por rezar en una iglesia

Los 16 predicadores religiosos prohíben aliarse con EE UU en la coalición antiterrorista

Buena parte del Gobierno marroquí, con el primer ministro a la cabeza, Abderramán Yussufi, ha cometido un 'gran pecado': haber acudido a la catedral católica de San Pedro, de Rabat, para honrar, durante una ceremonia ecuménica, la memoria de las víctimas de los atentados de Estados Unidos. Esta y otras acusaciones figuran en una fatwa, un edicto islámico, firmado conjuntamente por 16 de los ulemas más prestigiosos de Marruecos. Los ulemas son predicadores nombrados por el Gobierno, y por tanto, sin simpatías hacia los islamistas.

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'Proclamamos la prohibición del rezo de todo musulmán en una iglesia cristiana o en una sinagoga (...) y que se trata de uno de los mayores pecados y de una violación de las más graves de los sacrosantos principios de Marruecos, que es un país musulman, según la Constitución y su tradición histórica desde hace más de 13 siglos', reza la fatwa, fechada el pasado 18 de septiembre, pero que la prensa marroquí ignoró hasta ayer.

El texto alude a la ceremonia religiosa ecuménica qcelebrada dos días antes en la catedral de San Pedro con la participación de gran parte del Gobierno, varios militares y de un consejero real, André Azulay, quien leyó un mensaje del rey solidarizándose con las víctimas. 'En cierta medida, la fatwa se aplica también a Mohamed VI', señala un profesor marroquí.

Entre los firmantes, la mayoría del norte de Marruecos, figura Driss ben Cheij Mohamed, secretario general del Club de Pensamiento Islámico; Abdalá ben Abdelkader Tlidi, director del Instituto Islámico de Tánger, y Mohamed Sahabi, director de la Ecuela Coránica de Attawhid, en Salé.

Los 16 ulemas prohíben también la participación de Marruecos 'en la alianza fomentada por EE UU contra el terrorismo (...) y en cualquier alianza cuyo propósito sea la agresión contra un grupo o Estado musulmán (...)'.

En su fatwa arremeten también contra el Ministerio de Asuntos Religiosos, el que les nombra, al que acusan de 'transformar la mentira en verdad en la prédica' del viernes 14 de septiembre. El ministerio cambió a última hora el contenido de ese sermón para resaltar las virtudes pacíficas del islam. El actual titular de ese ministerio, Abdelkebir Mdaghri Alaui, ha sido nombrado por el rey.

La proclama concluye manifestando la 'emoción' de los firmantes 'ante el golpe que ha recibido el pueblo norteamericano a través de los ataques', al tiempo que incita al Gobierno de EE UU 'a buscar las razones del odio que le profesan los pueblos y a revisar, en consecuencia, su política internacional (...)'.

Tres de los ulemas firmantes de la fatwa -uno de Tetuán, otro de Rabat y un tercero de Tánger- se disocian, sin embargo, de este último párrafo porque, probablemente, no sienten emoción alguna por las víctimas provocadas por los atentados.

La fatwa es tanto más llamativa al emanar de altos funcionarios religiosos nombrados por la Administración por la confianza que le inspiran, dado su supuesto alejamiento de las tesis islamistas defendidas por la asociación Justicia y Caridad, que digige el jeque Absalam Yassin. Al criticar al Gobierno corren el riesgo de perder su cargo.

El texto fue remitido hace ya dos semanas a varias publicaciones marroquíes, pero hasta ayer ninguna lo había recogido. Hace 11 años, un grupo de ulemas también redactó una fatwa contra la incorporación de Marruecos a la gran coalición alentada por EE UU para liberar a Kuwait de la ocupación iraquí.

Aquel edicto sí tuvo eco entonces en las páginas del segundo diario en árabe de Marruecos, el órgano socialista Al Ittihad Al Istiraqui. En aquel entonces, el partido que dirige el primer ministro Yussufi estaba en la oposición.

La prensa islamista moderada no ha criticado la ceremonia ecuménica en San Pedro, en la que estuvo presente uno de los dirigentes del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), de inspiración religiosa. Sí ha insistido, en cambio, hasta la saciedad en que Rabat no podía dejarse embarcar en ninguna coalición con EE UU.

'Blandir los valores del derecho, de la justicia, de la igualdad y de la libertad no autorizan a las conciencias a adherirse al proyecto de agresión contra Afganistán en el que está implicado el sionismo', escribía Al Asr, el diario del PJD.

Fieles musulmanes, en la mezquita de Casablanca durante una visita del fallecido rey Hassan II.
Fieles musulmanes, en la mezquita de Casablanca durante una visita del fallecido rey Hassan II.RICARDO GUTIÉRREZ

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