'Un móvil en la patera' refleja el impacto de las tecnologías en el diseño

Primera sesión del Círculo del Mediterráneo, ayer en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, por la mañana ante la prensa y por la tarde ante un atestado auditorio de más de 300 personas, y con la fecha del 11 de septiembre sobrevolando inevitable. Escritores, juristas, pensadores y artistas europeos y magrebíes se reúnen en debate ciudadano, dice la organizadora y moderadora Carmen Romero, para alentar 'la utopía de una vida más rica en el Mediterráneo' y destacar 'la cultura común, las confluencias sobre los conflictos, los deseos sobre los recelos'. Entre los asistentes, se encontraba el ex presidente del Gobierno Felipe González.

No hay lugar para la disidencia, es imposible que ningún estilo se otorgue el papel de líder, ya que todos los estilos conviven, señaló ayer Bascuñán. El impacto de la telefonía móvil, los ordenadores y la televisión es visible en los trabajos que se muestran en el espacio castellonense. Comparten presencia el Work in progress, del colectivo Tomato, con trabajos de complejas aplicaciones como el Arrow Project, de Alberto Martínez (alumno del Royal College). Ambos son reflexiones sobre una revolución tecnológica que no sólo condiciona nuestro conocimiento, sino que activa funciones cerebrales que permenecían en reposo.

Un móvil en la patera ofrece puntos de partida múltiples. Junto a los ya referidos, se incluyen trabajos de Snowcrash, Martín Ruiz de Azúa, Kyle Cooper Imaginary Forces, Héctor Serrano y Droog Design. El colectivo Tomato ha realizado una instalación con cuatro grandes pizarras con dibujos de tiza que pueden ser modificados por el espectador.

Una reflexión sobre el diálogo que se complementa con Light, de Snowcrash, un televisor lámpara, o con la Casa básica, de Ruiz de Azúa, una bolsa plegable y reversible que cabe en un bolsillo y que, una vez inflada, se convierte en un hábitat propio de una vida en tránsito sin ataduras materiales. Tenerlo todo sin tener apenas nada, en palabras del artista.

Arrow Proyect indaga en la misma naturaleza de la tecnología hasta dejar atónito al espectador al sentarlo ante un ordenador. El visitante puede tomar el ratón y mover el cursor convencido de que el marco rectangular de la pantalla es insalvable. Resulta que no es así, ya que el cursor sigue por la mesa, fuera del escenario establecido, los movimientos dirigidos hasta llegar a una lámpara de pie que se enciende con un clic y se apaga con un doble clic. Interactuar con objetos sin tener que construir unos nuevos.

Un móvil en la patera incluye un recorrido argumental sobre el diseño del siglo XXI con un seminario, un concierto y pases de películas.