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Una deuda 'estancada', pero que crece

Vicente G. Olaya

Las cuentas que Juan Bravo, consejero de Hacienda, presentará ante la Asamblea antes de fin de año tienen truco. Los nuevos presupuestos reconocerán un déficit público de poco más de 835.000 millones de pesetas, casi el mismo que en años anteriores. 'La deuda está estancada desde 1999', dijo Bravo. Pero la realidad es diferente. En esa cantidad sólo se incluyen las cuentas de las consejerías, de sus organismos autónomos y empresas, pero no de aquellas sociedades que están consideradas como 'unidades de mercado', como es el caso de la empresa pública Mintra (Madrid, Infraestructuras del Transporte).

Esta sociedad, creada en 1999 por el Gobierno regional, arrastra desde el año pasado un endeudamiento de casi 400.000 millones con el fin de poder construir el metrosur, una línea de más de 40 kilómetros de metro que unirá las principales ciudades del sur de la región.

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El presupuesto de la Comunidad superará por primera vez los dos billones en 2002

Si se sumasen los endeudamientos de la Comunidad y de Mintra, Madrid rebasaría el déficit máximo permitido por la Unión Europea para una comunidad autónoma (Sistema Europeo de Cuentas 6/95). Por ello, el Gobierno intenta que los 400.000 millones que debe Mintra no se computen como deuda pública. En los próximos días, la Comunidad le explicará al Gobierno central (ministerios de Hacienda y Economía y Banco de España) que si el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), organismo con el que Fomento construye los nuevos trenes de alta velocidad en España, 'es una unidad de mercado, Mintra también lo es'.

Bravo reconoció ayer que, de ese modo, el Ejecutivo regional -si el Ministerio de Hacienda no pone ninguna objeción- tendrá 99 años para acabar con la deuda de Mintra. De hecho, en los presupuestos de 2002 se incluye una pequeña partida de 8.000 millones para que Metro 'alquile' a Mintra la red que está construyendo en el sur.

Son muchos los flecos presupuestarios que aún le quedan por cerrar a Juan Bravo. Debe dotar de presupuesto a la nueva Consejería de Trabajo y rehacer partidas que han cambiado en las últimas dos semanas de consejería. Además, proyectos de última hora, como la compra del hospital militar del Generalísimo -aún es necesario saber si el Ministerio de Defensa se quedará con los trabajadores o si el material médico se incluye en la venta-, dificultan la labor del consejero para tener listos y cerrados los números. A grandes rasgos, 1,5 billones para las consejerías y empresas públicas y otros 500.000 millones más para la Sanidad.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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