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Reportaje:EPOIGRAFE DE PAGINA1

La vista más alta sobre Manhattan

El Empire State vuelve a abrir su mirador tras los atentados

'Quería comprobarlo con mis propios ojos. Es difícil creer todo esto'. Mike ha venido desde Nueva Jersey, ha soportado dos horas de cola y ahora está viendo la punta sur de Manhattan desde el mirador del Empire State. A lo lejos, entre los rascacielos de Wall Street, apenas se distingue un hilillo de humo. El que vuelve a ser el edificio más alto de Nueva York reabrió sus puertas el pasado sábado entre fuertes medidas de seguridad, para ofrecer el primer vistazo al perfil alterado de Manhattan.

La visibilidad era buena. Se distinguían el puente de Broo-klyn, las hormiguitas humanas en las calles, la Estatua de la Libertad y un agujero en el horizonte. 'No se ve nada. Es como si las Torres Gemelas nunca hubieran existido. Es escalofriante'. Maya llegó el martes a Nueva York desde Israel. Hacía meses que tenía previstas sus vacaciones en Manhattan. 'Decidí que vendría de todas formas. A mí ya no me dan miedo los atentados'.

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Miles de personas hicieron largas colas durante el fin de semana para acceder al piso 86 del Empire State Building. 'Van a tardar dos horas, una hora fuera y al menos otra dentro', informaba por megafonía uno de los empleados del edificio. Antes de acceder al mirador, en los angustiosos ascensores del viejo rascacielos, todos los visitantes tuvieron que pasar por un detector de metales, presentar una tarjeta de identidad y soportar la mirada inquisitiva de los policías. Algunos, los más forzudos, llevaban el distintivo de las fuerzas de Pittsburgh. 'Estamos recibiendo ayuda de todas las ciudades de Estados Unidos', comentaba un agente estacionado ante la entrada de la Quinta Avenida, la única que permaneció abierta.

El Empire State cerró sus puertas el 11 de septiembre y desde entonces ha tenido que ser evacuado en una docena de ocasiones debido a amenazas de bomba infundadas. Unas veinte mil personas trabajan en sus oficinas, sin hacer caso de una decoración que no han cambiado mucho en 70 años. 'Reabrir el observatorio demuestra que el ánimo de Nueva York es fuerte', explicó Howard Rubinstein, cuya firma de relaciones públicas se encarga de la gestión. Esperaban una asistencia algo menor que las 13.000 visitas diarias. El rascacielos volverá a abrir el próximo fin de semana.

Todas las noches desde los atentados, el Empire State se ha iluminado con el blanco, rojo y azul de la bandera para honrar a las más de 6.000 víctimas, un homenaje al World Trade Center que en 1972 le arrebató el título que había ostentado desde 1931, cuando terminó de construirse en un país minado por la Gran Depresión. Fue una competición de gigantes: 102 pisos contra 110. Y 381 metros frente a 415.

El histórico rascacielos ha tenido su propio historial de incidentes. Uno de ellos, muy parecido al de las Torres Gemelas. Una mañana de julio de 1945, un bombardero B-25, que debía aterrizar en el vecino aeropuerto de Newark, chocó contra el piso 79, abriendo un enorme boquete en las oficinas de los Servicios Católicos para la Ayuda de Guerra y matando a 14 personas, incluido el piloto. El choque no dañó la estructura y el edificio volvió a abrir el lunes siguiente.

En febrero de 1997, un desequilibrado, Alí Hasan Abu Kamal, un palestino de 69 años, disparó indiscriminadamente contra los turistas que se encontraban en el observatorio. Asesinó a una persona e hirió a otras seis antes de pegarse un tiro. Nunca se le pudo relacionar con alguna organización extremista. Aquel suceso abrió un intenso debate en Estados Unidos sobre armas y seguridad en lugares turísticos: Kamal había pasado sin dificultad los escasos controles con una pistola que compró sin permiso en Florida.

En la tienda del piso 86 se venden las fotos de King Kong, agarrado al mástil. La película de 1933 ha quedado menos obsoleta que la versión que luego se rodó. Cuando en 1976 Holly-wood decidió reactualizar el clásico, no volvió al fotogénico Empire State y decidió subir al gigantesco primate al nuevo símbolo de la ciudad: las Torres Gemelas.

Dos turistas se fotografían, el pasado sábado, en el observatorio del Empire State Building.
Dos turistas se fotografían, el pasado sábado, en el observatorio del Empire State Building.ASSOCIATED PRESS

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