El ex presidente de la CNMV confirma que propuso intervenir Gescartera en 1999
El testimonio del ex presidente de la CNMV desarbola la tesis oficial de que nadie pidió la medida
El Congreso vivió ayer una jornada clave en el caso Gescartera. Se trataba de averiguar, entre otras cosas, si Pilar Valiente, ex presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), mintió el jueves a los diputados cuando afirmó que nadie propuso intervenir Gescartera en un consejo extraordinario de ese organismo el 16 de abril de 1999. En su testimonio de ayer, Juan Fernández-Armesto, ex presidente de la CNMV, declaró que él sí quiso intervenir Gescartera aquel día; que la propuesta se hizo, pero la oposición de tres consejeros, entre ellos Pilar Valiente, se lo impidió.
Juan Fernández-Armesto confirmó ante los diputados que el agujero de Gescartera se podía haber frenado el 16 de abril de 1999, ya que el intento de intervención existió, en abierta contradicción con la versión ofrecida el jueves por Pilar Valiente, quien ha tenido que dimitir por el escándalo.
El que fuera presidente de la CNMV entre 1996 y octubre de 2000, nombrado por el Gobierno del PP, desarboló así la tesis oficial, que sostiene, basándose en la literalidad de las actas, que nadie, ni Fernández-Armesto ni el entonces director de Supervisión, David Vives, propuso intervenir Gescartera aquel día. Vives había declarado el miércoles que él sí propuso la intervención. Valiente dijo al día siguiente que Vives mentía.
El consejo extraordinario de ese 16 de abril tenía como único objetivo, explicó Fernández-Armesto, acordar la intervención de la empresa de Antonio Camacho. Lo convocó de urgencia el día anterior, y encomendó a Vives que 'tuviera todo preparado para la intervención'. Pero la oposición de tres consejeros -Pilar Valiente; el entonces vicepresidente Luis Ramallo, ex diputado del PP; y José María Roldán, ex jefe de gabinete de Rodrigo Rato- frustró la intervención.
Posición intermedia
Miguel Martín, entonces subgobernador del Banco de España, mantuvo una posición intermedia. El otro consejero, José Manuel Barberán, apoyó a Fernández-Armesto, pero eran dos votos contra tres.
Fernández-Armesto subrayó ayer que él 'siempre intentaba conseguir la unanimidad', que siempre ha defendido que 'el consenso y la unidad de criterio del organismo supervisor es positivo para los mercados', y que con esa máxima 'ha sacrificado' su 'propio criterio en busca del consenso'. Comprobado que era imposible acordar la intervención, el entonces presidente trabajó y consiguió una solución de consenso, que consistió en reforzar la vigilancia sobre Camacho y los suyos.
La decisión del consejo se tomó en contra del criterio de David Vives, quien había elaborado un informe que entregó a los consejeros, en el que se detallaban las graves irregularidades, la existencia de un descuadre patrimonial de 4.500 millones de pesetas y serios indicios de que el dinero no estaba. El ex presidente de la CNMV ratificó la versión de Vives y remachó: 'Se debía haber intervenido (...). Había irregularidades de tal nivel que exigían la intervención (...). Si no se hizo es responsabilidad de todo el mundo, pero desde luego no de David Vives: él estaba absolutamente convencido de que había que intervenir'.
Fernández-Armesto arrancó su intervención, que se prolongó más de cinco horas, con una breve declaración. Dijo confiar en que el trabajo de investigación de la Comisión Gescartera 'redunde en una CNMV más profesional, más independiente y que defienda mejor a los inversores'. Y señaló que, al contrario que en el Banco de España, él no dispuso de capacidad para proponer o ser consultado en el nombramiento de su vicepresidente ni de sus consejeros. A preguntas de varios diputados, Fernández-Armesto explicó que nunca recibió presiones políticas por parte del Gobierno para no intervenir Gescartera.
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