Un largo y profundo silencio

Las caras de tristeza de los familiares de John Hernán Valencia Peñaranda, una de las tres víctimas del tiroteo mortal del pasado martes en el barrio de Ascao (Ciudad Lineal), eran ayer la nota predominante en el Instituto Anatómico Forense, donde se encuentran los cadáveres de los tres hombres que dejó el tiroteo.

El cuerpo de John Hernán fue reclamado por tres mujeres, una de ellas de aspecto muy joven, cabello rubio y ojos enrojecidos. De vez en cuando la chica hablaba desde su móvil con palabras entrecortadas y en tono bajo. La mujer que estaba a su lado, probablemente la mayor de las tres, sostenía su mano con un gesto de enorme dolor. Pero no hablaban entre ellas. El silencio era largo y pesado, intenso. La otra mujer que las acompañaba, y que iba vestida de negro de pies a cabeza, permanecía con la mirada perdida y el rostro adusto.

Ninguna de las tres accedió a hacer declaraciones a la prensa y sólo se limitaron a esperar pacientemente hasta pasada la una de la tarde a que les atendiera la trabajadora social. Mientras esperaban, una de las mujeres comentó que John Hernán había recibido una llamada telefónica y que después se había dirigido hasta el lugar donde se produjeron los hechos. Al salir, caminaron deprisa y entre llanto. Un coche las esperaba en la puerta.

Horas antes se había presentado en el Anatómico Forense una mujer que dijo ser la hermana de Elkin Iván Escudero Montoya, de 25 años, otro de los fallecidos. Ésta resultó ser también la esposa de Gerardo Antonio Tabares Marín, igualmente abatido en el tiroteo. Los dos hombres eran cuñados. Los cuerpos de Elkin Iván Escudero y de Antonio Tabares serán trasladados hasta Medellín, de donde eran naturales.

John Hernán Valencia Montoya, en cambio, será sepultado hoy en un municipio de Madrid. En el Instituto Anatómico Forense todavía permanecen los cadáveres de Mercedes Martínez Quiñones, María Eleni Ibarra Bermúdez y Edwin Rebolledo Viáfara, tres de las víctimas del asesinato del pasado 17 de septiembre en un piso de Puente de Vallecas. La otra mujer muerta, Estela Paredes Martínez, ya recibió sepultura.