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ESCALADA CRIMINAL

Una deuda por droga posible causa del tiroteo donde murieron tres colombianos

La escalada criminal ha desatado las críticas de la oposición contra el delegado del Gobierno

La hipótesis de un ajuste de cuentas por el impago de un alijo de droga por parte de un grupo de colombianos toma más fuerza entre los policías que investigan el tiroteo ocurrido en la noche del martes en el barrio de Ascao (Ciudad Lineal), y que se ha saldado con tres muertos y un herido. Los agentes esperan el informe de balística para determinar quiénes efectuaron los disparos y cómo se produjo el fuego cruzado entre los dos grupos. El suceso se cobró en la madrugada de ayer, miércoles, su tercera víctima: John Hernán Valencia Peñaranda, de 26 años, falleció a las 4.30 en el hospital de la Princesa.

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Un largo y profundo silencio

La refriega comenzó a las 21.45 en un locutorio de la calle de Servando Batanero, cuando un grupo de colombianos inició una discusión. Uno de los hombres fue tiroteado dentro de una cabina del local. Otros dos salieron corriendo por la calle de Salas Barbadillo. Iban disparándose de acera a acera. En la esquina de la calle de Francisco Villaespesa cayó abatido Elkin Iván Escudero, de 25 años, alcanzado de un disparo en la cabeza y otro en el tórax. En el tiroteo también resultaron heridos Gerardo Tabares Marín, cuya edad se desconoce, y John Hernán Valencia Peñaranda, de 26 años. Ambos fallecieron horas después en los hospitales de Gregorio Marañón y la Princesa, respectivamente. Otro herido, Mirto Valencia Sandoval, de 31 años, permanece ingresado en el hospital Ramón y Cajal.

La policía sospecha que el tiroteo tuvo su origen en un ajuste de cuentas. Las víctimas procedían de distintas ciudades colombianas (Cali, Medellín y Santander de Quilichao). Otro dato que refuerza esta hipótesis es que los criminales utilizaron dos armas: una del calibre 9 milímetros corto y otra del 9 parabellum. Los investigadores recogieron en la zona de los disparos (unos 400 metros) más de 20 casquillos. Además, el hecho de que no se haya recuperado ninguna de las armas empleadas en la refriega lleva al Grupo de Homicidios a la convicción de que participaron más personas en el suceso y que éstas huyeron tras el crimen.

El juzgado número 24 decretó el cierre del locutorio Quindio Express. Este establecimiento, regentado por dos colombianas de unos 30 años, fue abierto hace un año. Los vecinos ya habían advertido de que en el local había mucho movimiento de coches de gran cilindrada que se paraban dos o tres minutos en medio de la calle. 'Sus ocupantes bajaban rápidamente, entraban y salían en cuestión de minutos. Desde luego, no les daba tiempo a hacer una llamada. Ahí había algo más que un locutorio', afirmó una vecina de la zona. La mujer agregó que ninguna de las víctimas del tiroteo era conocida en el barrio, por lo que deduce que se citaron en el locutorio para saldar algún asunto pendiente.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía creen que los locutorios se han convertido en puntos de encuentro de diferentes bandas colombianas. Una de las víctimas fue tiroteada en una cabina mientras hablaba con su país. 'Quedan en estos comercios para hacer negocios', explicaron estas fuentes.

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Más de 80.000 turistas

Desde comienzos de año han entrado por el aeropuerto de Barajas como turistas más de 80.000 colombianos. Esta elevada cifra hace imposible, según fuentes policiales, establecer un control estricto. 'Los delincuentes representan un porcentaje muy bajo en relación con el número de personas que vienen a trabajar o a ver a sus familiares', aseguran las citadas fuentes, que destacan 'la agresividad' que emplean los asesinos, a los que no les importa jugarse la vida. 'Cuando los detenemos, muchos nos dicen que viven mejor en una cárcel española que en la calle en Colombia. Eso muchas veces les hace actuar a la desesperada', añaden. La policía no cree que haya una lucha entre bandas, sino que se trata de ajustes de cuentas que 'muchas veces' son por el pago de droga.

Para frenar esta escalada delictiva, la Jefatura Superior de Policía ha iniciado la Operación Café, que establecerá una estrecha vigilancia de las zonas frecuentadas por inmigrantes colombianos. La Brigada de Policía Judicial, en especial los grupos de Atracos y Homicidios, hará un seguimiento de los grupos organizados. La Brigada de Extranjería acentuará sus pesquisas sobre las redes de inmigración ilegal. Por último, las comisarías controlarán estrechamente locutorios, zonas de copas y lugares de encuentro de colombianos. 'Quien carezca de documentación o la tenga falsa será expulsado. Del resto haremos un fichero de fotografías y huellas para tenerlos controlados', precisan fuentes policiales.

La policía está preocupada por el incremento de armas de fuego que circulan en los últimos meses en la capital. Gran parte de estas pistolas procede del mercado negro de Portugal, donde los calibres preferidos por los sicarios colombianos (el 6,35 y el 22) se consiguen con cierta facilidad. 'En España esta munición casi ni existe, por lo que se marchan al país vecino y se hacen con todas las balas que quieren. Allí las armas son muy baratas', aseguran fuentes policiales. Estas pistolas son de pequeño tamaño y se ocultan fácilmente en la palma de la mano, por lo que pueden ser disparadas por sorpresa a la cara de las víctimas.

Agentes de policía observan el cadáver de Elkin Iván Escudero, asesinado a tiros en Ciudad Lineal.
Agentes de policía observan el cadáver de Elkin Iván Escudero, asesinado a tiros en Ciudad Lineal.CLAUDIO ÁLVAREZ

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