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El consumo se recupera, pero sin alcanzar el nivel anterior a la crisis

El consumo de carne de vacuno se recupera, pero sin alcanzar aún el nivel anterior a la crisis de las vacas locas, iniciada el pasado noviembre. La caída de las ventas se sitúa entre el 10% y el 15%, según distintas fuentes. Apuntan también que el descenso del precio en origen no repercute en la tarifa que paga el consumidor.

'El mercado no se ha recuperado. El consumo nacional sólo alcanza el 85% del nivel anterior a la crisis. Las exportaciones, que eran el destino del 30% de la producción, se han reducido en un 95%', asegura el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Carne de Vacuno, Jesús González.

Para esa asociación, integrada sobre todo por cebaderos (compran los terneros y los crían, generalmente de forma intensiva, hasta el sacrificio), el gran pagano de la crisis de las vacas locas es el productor. 'El precio en origen ha caído entre el 15% y el 20%. En cambio, no ha bajado el precio que paga el consumidor. Son los intermediarios quienes están haciendo su agosto, sobre todo aquellos que se dedican a distribuir el género que sale de los mataderos', asegura González. Según sus cálculos, los productores de vacuno pierden ahora 30.000 pesetas por cabeza (70.000 en el momento álgido de la crisis), entre otras cosas porque deben afrontar el coste de la retirada de los materiales específicos de riesgo (MER, entre ellos figura la médula espinal). González calcula que los productores han perdido unos 100.000 millones de pesetas desde noviembre.

Colegios, no

'Ahora se consume un 10% menos de carne de vacuno que antes de la crisis. Los sacrificios han disminuido un 5% y también se ha rebajado la producción total', señala el presidente de la asociación de mataderos Asocarne, Fernando Pascual. Puntualiza que el consumo se ha recuperado en los hogares, pero no en las colectividades, especialmente en los comedores escolares. 'En general, no ha bajado el número de consumidores, pero sí la cantidad de carne que ingieren', apostilla.

Pascual destaca el incremento de los costes de producción, sobre todo por la retirada obligatoria de los residuos peligrosos. 'Una parte de ese coste la pagan los ganaderos, que abonan al matadero entre 1.500 y 2.500 pesetas por res. Otra parte la costean los consumidores. Por eso, el precio que paga el cliente final no ha descendido en la misma medida que el precio en origen', sostiene. Pascual segura que su sector ha rebajado los márgenes comerciales mientras que la distribución comercial 'los ha aumentado'.

Para las organizaciones de consumidores, la crisis ha servido, al menos, para aumentar la seguridad alimentaria.

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