Historia de un licenciado en derecho con el BUP pendiente

Un asturiano, que ya concluyó sus estudios universitarios, tiene suspensa la asignatura de Matemáticas de 3º de BUP. Cuando estudiaba en el Instituto de Salinas, cerca de Avilés, su profesora de matemáticas le puso un suspenso en un examen. Esto le ocurrió al alumno Ó. S. V. hace 10 años. Pero su padre, que también es profesor, cursó una reclamación administrativa ante la Dirección Provincial de Educación y el organismo le concedió al chico el aprobado.

Una sentencia del Tribunal Supremo acaba de dar la razón a la profesora al cabo de una década de sucesivos recursos judiciales: el alumno tiene suspensa la asignatura por más que sea ya un titulado universitario. Con anterioridad, tanto la Audiencia Provincial de Oviedo como el Tribunal Superior de Justicia de Asturias habían fallado en el mismo sentido. Fueron los compañeros de la profesora y el claustro del instituto los que decidieron presentar recursos en los tribunales en apoyo del criterio académico de su colega y en contra de la decisión adoptada por la Direción Provincial de Educación.

Con esta sentencia inapelable en la mano, el abogado de la profesora podría solicitar que se cumpla y obligar a Ó. S. V., natural de Castrillón (Asturias), a examinarse de nuevo de aquel antiguo temario de matemáticas. Bastaría con que lo pidiera la Sala Segunda del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que ya había fallado previamente contra el alumno.

Los demandantes tienen de plazo hasta finales de este mes para reclamar, si así lo decidiesen, que Ó.S.V. vuelva a examinarse. Pero no agotarán el plazo porque la decisión ya está tomada: no habrá examen. El departamento de Matemáticas del Instituto de Educación Secundaria de Salinas ha decidido no reclamar que se cumpla la resolución del Supremo. Los seis profesores se consideran 'moralmente satisfechos' con la sentencia dictada por el Tribunal, que les da la razón y obliga a su difusión.

Los docentes precisan que no fue su intención 'en ningún momento causar perjuicio alguno al alumno, sino simplemente que se hiciera justicia', 'y que se despejara cualquier duda sobre nuestra profesionalidad como docentes, que se había puesto en tela de juicio'.

M. S. C., la profesora que suspendió a Ó. S. V., sigue ejerciendo la docencia en un instituto de Oviedo, 10 años después. Sostiene que la decisión de la Dirección Provincial de Educación de declarar apto el examen del alumno en 1992, pese a que no había superado la prueba, fue 'un aprobado de despacho' y recuerda que ni el chico, ni su padre reclamaron jamás la nota del ejercicio, sino que optaron por alegar una supuesta situación de indefensión. La profesora aclara además que el estudiante no hubiera tenido que repetir curso aunque se le hubiera mantenido aquel suspenso en matemáticas.

El departamento de matemáticas del centro docente de Salinas (Castrillón) recurrió la decisión de la Dirección Provincial de Educación ante la Audiencia Provincial de Oviedo, que en 1993 restableció el suspenso y falló que el alumno debía repetir el examen. El padre del chico y la propia Administración educativa recurrieron el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), que volvió a dar la razón a la profesora. Los afectados apelaron de nuevo, ahora ante el Tribunal Supremo, aunque el abogado de la profesora alegó que la resolución del Tribunal Superior de Asturias no era recurrible.

El Supremo, sin embargo, admitió a trámite el recurso pero finalmente falló que la sentencia del TSJA era firme.

Los gastos de los sucesivos recursos judiciales contra la decisión administrativa que consideró aprobado al alumno, fueron sufragados por el instituto.