EE UU podrá utilizar otras bases además de Morón y Rota

La autorización concedida el jueves por el Gobierno a Estados Unidos para utilizar las bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla), en el marco de la Operación Justicia Infinita, prevé la posibilidad de que se puedan emplear puntualmente otras instalaciones en territorio español, si fuese necesario. En cambio, no está previsto reactivar las bases de Torrejón de Ardoz (Madrid) y Zaragoza, de las que se retiraron las tropas estadounidenses.

Fuentes gubernamentales explicaron ayer que el apoyo a EE UU se centrará en Rota y Morón, pero se ha arbitrado un mecanismo para que sea posible utilizar puntualmente cualquier otra instalación. Por ejemplo, si la cercanía de un buque norteamericano aconsejara el empleo de otro aeropuerto. Esta situación se produjo recientemente, cuando se autorizó el uso del aeródromo de Reus (Tarragona) para el traslado de tropas norteamericanas a la ex Yugoslavia.

En cambio, las mismas fuentes descartaron que vayan a reactivarse las bases de Torrejón y Zaragoza que, aunque figuran todavía en el convenio bilateral, carecen de militares norteamericanos. En principio, la autorización incluye el sobrevuelo y escala de aviones de combate y transporte y el despliegue en Morón de aviones nodriza para reabastecimiento en vuelo. No está previsto, por el momento, sobrepasar el límite de 15 aviones cisterna fijado en el convenio. Tampoco se ha solicitado por EE UU el despliegue de bombarderos B-52 en Morón, como ocurrió durante la guerra del Golfo, aunque se da por seguro que la petición sería atendida si se presentara.

La autorización concedida a EE UU por el Gabinete de Crisis es muy genérica. En la nota difundida el jueves por la noche ni siquiera se aludía a la Operación Justicia Infinita, de represalia por los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, aunque este nombre, que todas las fuentes consultadas consideran desafortunado, sí aparecía en la solicitud norteamericana. Al contrario que en todas las 'ocasiones precedentes', a las que aludía el comunicado oficial, el Gobierno español desconoce cuál es el objetivo de la operación que ha autorizado. Y no sólo el militar, sino incluso el político, pues no se basa en la resolución de ningún organismo internacional como en otros casos.

'Todavía no sabemos el tipo de operación que va a hacer EE UU', reconocía ayer el vicepresidente Mariano Rajoy a Onda Cero. Las fuentes consultadas consideran que preguntárselo a Washington se habría interpretado como una muestra de recelo en un momento en que España quiere enfatizar su solidaridad con EE UU. El presidente José María Aznar comparecerá el miércoles en el Congreso para explicar la posición española ante la crisis, tal como le habían reclamado el PSOE e IU, aunque el primero le apoye y la segunda le acuse de haber dado una carta blanca a Bush sin recabar antes la aprobación del Parlamento.

EE UU despidió ayer a seis trabajadores del departamento de comunicaciones del Grupo de Seguridad Naval de Rota por reducción de plantilla. El vicepresidente del cómite del personal laboral de la base, Jesús María Serrano, calificó la decisión de 'grave' e 'inoportuna', sobre todo después de que los 1.200 empleados españoles suspendieran las movilizaciones en defensa de sus reivindicaciones como gesto de buena voluntad tras los atentados.