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IMPACTO EN LOS MERCADOS

Boeing agrava la crisis del sector aéreo con la supresión de 30.000 empleos

La industria aeronáutica estadounidense prevé que la crisis destruirá más de 100.000 puestos

Boeing, el mayor constructor de aviones del mundo, va a despedir a unos 30.000 trabajadores, el 15% de la plantilla, como consecuencia de la dramática retracción del sector tras los atentados de la pasada semana. El nombre de Boeing es el último en sumarse a una ola de despidos en el sector aeronáutico norteamericano (fabricantes de aeronaves, aerolíneas y proveedores), que se prevé superará los 100.000. El parón en la aviación, sistema básico de comunicación en EE UU, va acompañado de una caída en picado del turismo, con cientos de miles de empleos en juego, y refleja una contracción generalizada de la economía.

Las compañías aéreas están contra las cuerdas, algunas al borde de la desaparición, y lo último en lo que piensan es en renovar la flota. Boeing calcula que las 538 entregas apalabradas para este año no pasarán de 500 y que en el año 2002 habrá por encima de 400, pero muy lejos de las 510 o 520 previstas. La contracción puede continuar en 2003, aunque la compañía aún no tiene estimaciones fiables. Los recortes en la nómina afectarán a todos los proyectos de construcción de reactores comerciales, en los que trabajan unos 97.000 de los 199.000 empleados de Boeing.

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'Lamentamos profundamente el impacto que estas medidas van a tener en la vida de tantos de nuestros valiosos empleados', dijo Alan Mulally, presidente de la división de reactores, al dar la noticia. 'Pero es imprescindible que tomemos estas medidas para adaptarnos a la situación y apoyar a nuestros clientes en estos momentos de incertidumbre para ellos', añadió.

Las acciones de la compañía, que sumaron un retroceso del 24% los dos días anteriores, tuvieron un fuerte repunte en los primeros minutos de la sesión de ayer en Wall Street, pero caían un 1,60% al cierre de la sesión. A pesar de que el mercado financiero suele recompensar con un alza a las compañías que emprenden draconianas reestructuraciones para ahorrar costes, en el caso de Boeing los analistas no creen que los despidos masivos sea una medida suficiente para reflotar una compañía que ya estaba en graves problemas financieros desde antes de los atentados del martes pasado. Los expertos calculan que una reducción del 20% de la producción supondrá una contracción en los ingresos de Boeing de en torno a 6.000 millones de dólares. Por cada avión que entrega, Boeing factura unos 60 millones de dólares, de los cuales 6,6 millones son ganancia neta.

La situación se agrava para Boeing con sus clientes al borde de la bancarrota. Las compañías aéreas han pedido 24.000 millones en ayudas públicas. En la reunión del martes con el secretario de Transporte, Norman Mineta, los directivos de estas sociedades presentaron un dramático panorama. Mineta confirmó la voluntad de allegar recursos, sin perfilar detalles, y se comprometió a presentar la próxima semana un plan al Congreso, donde se habla de ayudas por valor de 15.000 millones de dólares.

'Estamos muy preocupados por la viabilidad financiera de las compañías aéreas', comentó Mulally, haciéndose eco de las palabras de Leo Mullins, el presidente de Delta. Tras reunirse con Mineta, Mullins dijo que había que evitar que el sector aeronáutico se convirtiera en la mayor víctima económica del terrorismo. 'Desde el punto de vista del sector aeronáutico, nos encontramos ante el mayor desafío de nuestra historia', dijo.

Endeudamiento

Los analistas subrayan que el sector tiene un endeudamiento que ronda los 26.000 millones de dólares, con unas reservas de 9.400, y, por tanto, no está en condiciones de soportar una contracción. Antes de esta crisis, ya se calculaba que el año concluiría con 3.500 millones en números rojos, debido al aumento del precio del combustible y una caída en el número de viajes de negocios, fruto del enfriamiento de la economía. El 40% de los gastos operativos de las compañías son fijos, aunque no vuelen.

Las compañías transportaban dos millones de pasajeros diarios en 40.000 vuelos nacionales, y esos viajeros han desaparecido de momento asustados por la amenaza terrorista. Los destinos turísticos son los más afectados, con notables caídas en el número de viajes y cancelaciones de reservas para Disney o Las Vegas, en Washington y otras partes del país.

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