La nueva unidad de reanimación del General de Valencia permite aumentar las intervenciones cardíacas en un 30%

La nueva unidad de reanimación del hospital General de Valencia permitirá aumentar el rendimiento de la actividad quirúrgica cardiaca hasta en un 30%. Esta es la estimación que hizo ayer el responsable de cirugía cardiaca, José Montero, quien también afirmó que el hospital podrá llegar a la cifra de las 600 intervenciones cardiacas al año gracias a la puesta en marcha de la unidad. El aumento de actividad, apunta Montero, tendrá una traducción inmediata en la reducción del tiempo de espera de los pacientes, hasta ajustarse a los tiempos de demora recomendados por la sociedad española de cardiología.

El jefe del servicio de cirugía cardíaca destacó las condiciones del nuevo servicio, con 10 camas especificamente dedicadas a los pacientes recién salidos de una intervención de corazón, en la que permanecen ingresados entre uno y dos días, antes de pasar a la sala de hospitalización cardíaca. Además de contar con estancias aisladas para evitar infecciones, se encuentra contigua a los quirófanos para facilitar la tranferencia de pacientes. A estos aspectos, Montero destacó la especialización en reanimación cardiaca del personal de la unidad, que dirige el doctor Federico Aguard. Al margen de este servicio, el hospital cuenta con otras 13 camas de reanimación. Precisamente, el hecho de tener una sala específicamente reservada a reanimación cardiaca es uno de los aspectos que destacaron los responsables del hospital, como caracteríatica peculiar del centro valenciano.

Las obras de ampliación y remodelación que han supuesto una inversión total de 74 millones de pesetas, tanto para la ejecución de las obras como para el equipamiento de material y personal. Según aseguró el presidente de la Diputación de Valencia, Fernando Giner, durante la inauguración, esta unidad 'aúna diseño, seguridad, funcionalidad y un importante capital humano altamente cualificado'.

Cuello de botella

Giner destacó que con la apertura de estas 10 camas se pondrá fin al 'cuello de botella' en el que se encontraba la actividad en cirugía cardiaca del hospital General, ya que el limitado número de camas en reanimación cardiaca impedía aumentar el número de intervenciones. El servicio se enmarca en el plan de modernización del hospital emprendido hace meses para 'adaptarse a los continuos cambios que se producen en las expectativas de la sociedad y en los ámbitos científico y sanitario', como apuntó el presidente de la diputación, a quien acompañaba el director gerente del hospital, Sergio Blasco.

El hospital está a las puertas de un cambio de gestión, después de estar desde sus inicios ligado a la Diputación Provinical de Valencia. Durante el pasado mes de junio, la institución provincial y la Consejería de Sanidad acordaron la dirección del centro de forma conjunta bajo la fórmula del consorcio. El anuncio del acuerdo entre los dos organismos, en el que se anunció que se encontraba ultimado el borrador de los estatutos que regirán el centro, apuntó la fecha de después de verano como el momento de la transición hacia el nuevo sistema. Hasta el momento, aún no se han hecho públicos los estatutos definitivos, ni se ha producido la constitución oficial del consorcio, que contará con una financiación aproximada de 21.000 millones de pesetas anuales.