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TEMOR EN LOS INVERSORES

El vicepresidente de EE UU, Dick Cheney, advierte de que el país podría entrar en recesión

El Gobierno norteamericano espera que al final del ejercicio 'se produzca una recuperación económica'

Preguntado hoy por la cadena de televisión NBC sobre si el país se encuentra en guerra y en recesión, el vicepresidente Dick Cheney afirmó: 'Es muy posible; ciertamente estamos en guerra contra el terrorismo y no sabemos todavía cómo será el tercer trimestre'.

Ante la preocupación latente, Cheney transmitió ayer un mensaje de optimismo al destacar su confianza plena en la recuperación, que podría comenzar de forma inmediata por la fortaleza de la economía del país. 'Espero que se produzca una recuperación a finales de este año', dijo Cheney, quien ya el año pasado, antes de las elecciones presidenciales de noviembre, expresó su temor de que el país se encaminase hacia una recesión.

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Ante la apertura de los mercados bursátiles en Wall Street el lunes, Cheney expresó su optimismo en que las cotizaciones de las empresas no caigan. En el mismo sentido se manifestó el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Richard Gephardt, quien apeló a los ciudadanos de EE UU a que apoyen la economía con objeto de evitar una caída en la confianza de los consumidores y en la Bolsa.

Estados Unidos está en una guerra declarada contra el terrorismo y muy posiblemente se encuentra al borde de la recesión por el efecto negativo de los actos terroristas del pasado martes. La enorme repercusión económica de los atentados puede ser la puntilla a la crisis de la economía, que ha podido entrar en el tercer trimestre en su primera recesión desde 1991.

Al igual que su padre hace 10 años, el presidente estadounidense, George W. Bush, tendrá que enfrentarse a un doble conflicto: bélico y económico. George Bush, padre, salió triunfante de la guerra del golfo Pérsico -aunque el líder iraquí, Sadam Husein, permanece en el poder en Bagdad-, pero la recesión económica lo destruyó políticamente.

Durante el segundo trimestre de este año, la economía creció a un ritmo anual del 0,2% y durante el tercer trimestre no se han registrado signos evidentes de recuperación. Técnicamente, si hay dos trimestres consecutivos de crecimiento económico negativo se declara al país en recesión. El Departamento de Comercio tiene que revisar todavía la cifra del crecimiento económico del segundo trimestre y no sería extraño que se hubiera producido un incremento negativo. Con el impacto del atentado del martes, el crecimiento económico del tercer trimestre puede sufrir un retroceso significativo.

El primer sector en sufrir un serio revés es el de las compañías de aviación, que ya han anunciado despidos masivos y una reducción significativa de sus vuelos, lo que repercutirá directamente en la industria hotelera y turística.

Aerolíneas con problemas

La aerolínea Delta se unió ayer a los recortes del sector al anunciar una reducción del 20% en su capacidad de transporte de pasajeros, mientras que el Gobierno anunció su disposición a ayudar a esta industria. El presidente de Delta, Leo Mullin, avisó, en declaraciones a la cadena ABC, que sin ayuda gubernamental el sector se enfrenta a una situación crítica.

El sábado, Continental, American y Northwest anunciaron también que reducirán un 20% la frecuencia de sus vuelos. Continental dijo que el recorte supondrá el despido de 12.000 de sus 56.000 empleados y advirtió que podría acogerse a la protección de la ley de bancarrota. Por su parte, las otras tres aerolíneas no han anunciado aún a cuántos despedidos podrían ascender los recortes de personal.

Las aerolíneas de EE UU han registrado pérdidas de unos 1.000 millones de dólares desde los atentados terroristas del martes, los peores de la historia, cometidos con aviones comerciales secuestrados y convertidos en proyectiles gigantescos. Al día siguiente de los atentados, la compañía regional Midway Airlines, que intentaba salir de la bancarrota, anunció su cierre definitivo y el despido de los 1.700 trabajadores.

Ante el peligro de que el sector se hunda en un periodo más que delicado de la economía nacional, el Gobierno está dispuesto a intervenir. Dick Cheney declaró ayer a la cadena de televisión NBC: 'Estamos muy interesados en encontrar formas para que no haya un daño permanente a nuestra aviación civil. Es algo muy importante'.

El presidente de la compañía aérea Continental Airlines, Gordon Bethune, señaló que el sector puede verse obligado a despedir a unos 100.000 empleados si no se recupera en los próximos meses.

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