La 34ª edición del Festival de Sitges dobla la oferta de títulos de género fantástico

El cine fantástico está de moda. Al menos, así lo atestigua la avalancha de títulos del género que este año incluye la programación oficial del Festival de Sitges, un certamen que, si bien nació con ánimo de especialización, en las últimas ediciones se había abierto a todo tipo de producciones. El relevo en la dirección -Ángel Sala, admirador y buen conocedor del cine de ciencia-ficción y terror, ha sustituido a Roc Villas- ha propiciado que en la oferta de la sección oficial Fantàstic de la 34ª edición figuren 27 películas, 22 de ellas a concurso, cuando el año pasado compitieron sólo 14, prácticamente la mitad. Ayer, en la presentación del programa, Sala atribuyó el aumento a 'la buena cosecha, en cantidad y calidad, de filmes del género' realizados últimamente.

Abrirá el certamen el 4 de octubre Ghosts of Mars, el último filme del estadounidense John Carpenter, considerado uno de los actuales maestros del cine de terror. La cinta está protagonizada por Ice Cube y Natasha Henstridge. Otros filmes que llegan a Sitges precedidos de éxito, y en algún caso de polémica, y que se exhibirán dentro del apartado oficial, son la cinta Le pacte des loups, dirigida por Christophe Gans, que ha registrado una recaudación millonaria en Francia; la también francesa Trouble every day, de Claire Denis, que provocó una extraordinaria polémica en el último Festival de Cannes por la abundancia de sangre que en ella aparece; la surrealista Mulholland drive, de David Lynch, con una estética próxima a la de Twin peaks y Terciopelo azul, y la japonesa Avalon, dirigida por Mamoru Oshii, calificada por algunos como una de las mejores obras del género de los últimos años.

Quienes estén interesados en ver cuáles son las tendencias del terror no deben perderse, según Sala, Jeepers creepers, un largometraje estadounidense, dirigido por Victor Salva, que muestra cómo el cine de este género está evolucionando 'de un tono juvenil y de comedia hacia un tono adulto y mucho más interesante'. Otra curiosidad: una primicia, la francesa Vidocq, dirigida por Pitof -que presentará su trabajo en Sitges- y protagonizada por Gérard Depardieu y la española Inés Sastre.

La representación española en la sección oficial consta de tres títulos: Dagon, dirigida por Stuart Gordon, una producción de la división Fantastic Factory de la productora Filmax, en cuyo reparto aparece Francisco Rabal, en uno de sus últimos trabajos en el cine; Fausto 5.0, el debú en el cine de la compañía de teatro La Fura dels Baus, que ya pudo verse en el pasado Festival de Venecia fuera de concurso, y La biblia negra, dirigida por David Pujol, con Mónica Randall, Carlos Álvarez y Silvia Marsó en el reparto.

La sección Gran Angular aparece disminuida respecto a anteriores ediciones en cuanto a número de títulos. Únicamente consta de 12 películas. Entre ellas, la última de Woody Allen, The curse of the jade scorpion, exhibida hace unos días en el Festival de Venecia y que el director neoyorquino tiene previsto presentar en Barcelona unos días antes de su proyección en Sitges; la también proyectada en Venecia Adress unknown, del coreano director de La isla, Kim Ki-Duk, a quien el festival catalán dedicará una completa retrospectiva; Jay and the silent Bob strike back, dirigida e interpretada por Kevin Smith, cuya presencia en Sitges ha sido asimismo anunciada, y The pledge, un thriller dirigido por Sean Penn, con Jack Nicholson, Robin Wright Penn y Benicio del Toro en el elenco, que se presentó en la última edición del Festival de Cannes.

Al margen de las dos secciones estrella, el Festival de Sitges ha organizado otros escaparates cinematográficos: la sección Orient Express, con filmes de procedencia asiática; Seven chances, una propuesta de los críticos asiduos del festival; Anima't, con lo último en cine de animación, y la curiosa Brigadoon, que programa rarezas del género. Esta vez tendrá como director invitado a John Michael McCarthy, un curioso personaje que se autoproclama hijo ilegítimo de Elvis Presley, y realiza un cine tan extraño como él mismo.

Según el director del festival -cuyo presupuesto asciende a 325 millones de pesetas-, la lista definitiva de invitados está pendiente de que la situación en Estados Unidos se normalice tras los graves atentados del martes.