España pone los aeropuertos en máxima alerta y activa 'todas las células de crisis'

El gabinete de crisis del Gobierno español, reunido apenas media hora después de la cadena de atentados en Estados Unidos, puso ayer en 'estado de máxima seguridad' a toda la red de aeropuertos y ordenó el blindaje de las sedes diplomáticas de EE UU, Israel y de la Delegación General de Palestina en España. El Gobierno, además, activó 'todas las células de crisis', según informó a media tarde durante una declaración pública el ministro del Interior, Mariano Rajoy, presidente en funciones en el momento de los ataques debido a que el jefe del Ejecutivo, José María Aznar, estaba de viaje.

El Gabinete de Crisis se reunió sobre las 16.30 en la sede del Ministerio del Interior después de que Rajoy, como presidente en funciones, recibiera órdenes directas del jefe del Gobierno desde Estonia. El vicepresidente primero presidió la reunión, en la que estuvieron presentes los titulares de los ministerios de Asuntos Exteriores, Josep Piqué; Defensa, Federico Trillo, y Portavoz, Pío Cabanillas; el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, y el secretario de Estado para la Seguridad, Pedro Morenés.

La primera medida, según informó el propio Mariano Rajoy, fue activar 'las células de crisis', que son aquellos órganos de coordinación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, servicios de emergencia y Protección Civil, entre otros, que tiene competencias en materia de seguridad o de prevención de catástrofes. También incluyen las redes de comunicación cifradas y duplicadas entre las principales instituciones del Estado, que dependen del Ministerio de Defensa y de la Dirección de Infraestructuras de Crisis, en Presidencia del Gobierno.

El Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil recibieron inmediatamente la orden de reforzar 'las zonas sensibles', especialmente las sedes diplomáticas, e incluso blindar las áreas de seguridad de las embajadas de Estados Unidos e Israel y de la oficina en España de la Organización para la Liberación de Palestina y la Delegación General de Palestina. También se intensificaron los medios de custodia en los consulados de los citados países y en los edificios y empresas que alberguen 'intereses de Estados Unidos'. La embajada de Israel optó por cerrar sus puertas y mandar al personal a casa.

El Cuerpo Nacional de Policía destinó a esta tarea a 'todos los agentes disponibles', así como vehículos blindados 'no tanto porque se temiera un atentado sino como una medida de presencia y disuasoria', según indicaron fuentes policiales.

El propio director general de la Policía, Juan Cotino, visitó ayer por la tarde la Embajada de Estados Unidos, en la calle de Serrano de Madrid, para ponerse en contacto y prestar su colaboración a los diplomáticos estadounidenses. Minutos después de las tres de la tarde, después del primero de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York, el habitual servicio de vigilancia de la Guardia Civil fue reforzado por una docena de agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que formaron un cordón ante la fachada de la delegación diplomática. El dispositivo se vio aumentado en la hora siguiente por varios centenares de agentes más y dos vehículos blindados; así como un gran número de policías municipales.

En esos momentos, la centralita de la Embajada estaba colapsada por centenares de ciudadanos de Estados Unidos que se interesaban por su amigos y familiares, según explicó en la puerta de la sede diplomática Cloud Young, agregado de prensa de la Embajada. Éste leyó a las 18.30 un comunicado en el que agradecía el ofrecimiento de ayuda y el interés del Rey, del Gobierno español y de José María Aznar.

Aviso de seguridad

Young agregó que 'sigue siendo válido' el aviso que el Departamento de Estado cursó el pasado 7 de septiembre para que todos los ciudadanos norteamericanos mantuvieran 'un alto grado de alerta'.

La Guardia Civil, por su lado, envió a todos los responsables de seguridad del cuerpo que custodian edificios 'civiles o militares' relacionados con Estados Unidos e Israel una orden para que extremasen 'con carácter urgente' todos los dispositivos de vigilancia y prevención. Las medidas se extendieron a las residencias de los embajadores y de los principales diplomáticos.

Poco antes, el organismo Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA) hizo público un comunicado, tras recibir instrucciones desde el Ministerio de Fomento, en el que decía que se había puesto en 'estado de máxima alerta y seguridad a toda la red de aeropuertos'. El titular de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, manifestó que la alerta decretada no era más que 'la reacción que dicta la prudencia' ante 'una cadena de sucesos incontrolados cuyo último rebote es imprevisible'.

Las medidas de seguridad se hicieron especialmente visibles en el aeródromo de Barajas, donde agentes del Cuerpo Nacional de Policía acompañados de perros rastreadores recorrieron todo el aeropuerto, especialmente la terminal internacional y las zonas de tránsito, y extremaron el control de los pasaportes.

La Guardia Civil redobló la custodia de las zonas de embarque y en las de entrega y recogida de equipajes, mientras que por la megafonía se pedía a los viajeros que extremaran la vigilancia de sus equipajes. En el exterior, grúas de la Policía Municipal retiraron, además, todos los coches aparcados en las zonas más próximas a las terminales.

El Gabinete de Crisis del Gobierno español continuaba reunido al cierre de esta edición, pero ya se había trasladado al complejo de La Moncloa después de que el presidente del Gobierno, José María Aznar, aterrizara sobre las 21.30 en la base de Torrejón de Ardoz (Madrid). Rajoy, tras condenar la cadena de atentados en Estados Unidos, hizo un llamamiento a la coordinación internacional para lograr 'una lucha concertada contra el terrorismo' que, dijo, 'una vez más se demuestra que es la mayor amenaza para la sociedad, los ciudadanos y la democracia'. El vicepresidente anunció que las células de crisis y el equipo especial de ministros se mantendrán reunidos y alerta al menos hasta que se conozcan las consecuencias del ataque y se sosiegue la situación.