Cientos de víctimas en ataques a EE UU por el mundo
La tensión en Oriente Próximo, el conflicto palestino, la guerra de Líbano y el extremismo islámico de Jomeini forman a comienzos de los ochenta el telón de fondo sobre el que se desarrollan las acciones terroristas contra intereses estadounidenses. Sólo en 1983, en dos ataques sufridos en Beirut, capital de Líbano, contra la embajada americana y un acuartelamiento en el aeropuerto, murieron 310 personas.
El 18 de abril de 1983, 69 personas murieron, entre ellas 17 norteamericanos, y cerca de 100 personas más resultaron heridas en un atentado que destruyó parcialmente la Embajada de Estados Unidos en Líbano. Se derrumbaron los siete pisos del inmueble. Ese mismo año, el 22 de octubre de 1983, dos explosiones provocadas por conductores suicidas redujeron a añicos los muros de Marina estadounidenses en Beirut. Murieron 241 soldados. El 20 de septiembre de 1984, un coche bomba conducido por un suicida explotó en un anexo de la Embajada de EEUU en Beirut, con un balance de 16 muertos y 96 heridos. El 26 de febrero de 1993, una explosión en el aparcamiento, que la policía atribuyó a un atentado con 100 kilos de explosivo, sacudió las torres gemelas del World Trade Center, en el corazón de Nueva York. Murieron seis personas y se registraron más de 1.000 heridos. El 7 de agosto de 1998 se produjo el mayor atentado que se recuerda por número de víctimas. Dos deflagraciones en las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania, diseñadas para que se produjeran de forma sincronizada, arrasaron un edificio de oficinas, entre cuyos escombros quedaron atrapadas decenas de personas. El balance de víctimas fue de 257 muertos, 12 de ellos estadounidenses y más de 5.000 heridos. Se responsabilizó a la organización terrorista del millonario Osama Bin Laden.
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