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Las siderúrgicas desconocen el acuerdo de las empresas de reciclaje para tratar el polvo de acería

Los aceristas buscan una tecnología que trate el 100% de los residuos de fundición

Las industrias siderúrgicas vascas generan 130.000 toneladas de polvo de acería (residuo de fundición) al año y el Gobierno está embarcado en una cruzada para su reciclaje con poco éxito. Las dos únicas empresas vascas recicladoras -Oñeder, que lo almacena en un depósito en Azkoitia, y Aser, que trata el que tiene un alto contenido en zinc- han anunciado ahora un acuerdo de precios para ofrecer sus servicios a los aceristas. Sin embargo, las siderúrgicas no saben nada del tema. Desde la asociación del sector Acyma (Acero y Medio Ambiente) se valora oficialmente que es una propuesta 'interesante'. Pero la realidad es que los aceristas buscan una solución que trate todos los polvos de acería y consideran que el acuerdo entre Aser y Oñeder tiene carácter monopolístico y no resuelve el problema de estos residuos.

Euskadi es uno de los puntos de Europa con mayor concentración de plantas de acería, con representantes como Aceralia, Tubos Reunidos o Tubacex. Durante los últimos años, la viceconsejería de Medio Ambiente ha presionado a los fabricantes para que encuentren un método para reciclar su principal residuo, el polvo de acería. Hasta hoy los aceristas vascos llevan el residuo a Oñeder, una empresa situada en Azkoitia que, tras inertizarlos, los almacena en un depósito abierto. Actualmente este almacenamiento tiene un capacidad para 300.000 toneladas, lo que significa que, previsiblemente, en 2004 estará lleno. Los aceristas cuentan con un 40% del capital de esta industria, pero no tienen ni el control ni la gestión.

La segunda empresa que se dedica al tratamiento de residuo de acería es Aser, situada en Erandio. Pero esta firma tan sólo recicla aceros de alto contenido en zinc y, según fuentes del sector, no trata el residuo férrico del polvo de acería, por lo que no se considera una solución apropiada para el sector.

Estas dos empresas han llegado recientemente a un acuerdo para hacer a los aceristas una oferta de reciclaje conjunta. Hasta ahora, según un portavoz de Oñeder, la tarifa por depositar los residuos en su vertedero era de 9.000 pesetas por tonelada. El precio que se ofrece ahora en el acuerdo alcanzado es de 8.800 más los gastos de transporte, que incrementará esta cifra ligeramente. Aser solamente trata polvo de acería de importación -cerca de 90.000 toneladas anuales, procedentes en un 90% de Alemania y el 10% restantede Cataluña - y con el pacto suscrito se pretende sustituir estos residuos extranjeros por los domésticos.

Este proceso se realizaría de forma paulatina: 8.000 toneladas en lo que resta de año, 40.000 en 2002, 55.000 en 2003 y 70.000 en 2004, fecha hasta la que dura el contrato, aunque está prevista una posibilidad de prórroga.

Pocas ventajas

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El problema del acuerdo es que no soluciona el reciclaje total del residuo y que tan sólo produce ventajas para las dos empresas de tratamiento. Por un lado, según las previsiones contempladas, Aser tratará en 2004 no más del 40% de los polvos que se generan en Euskadi, ya que está calculado que la producción aumente en 15.000 toneladas al año. Al mismo tiempo, se prolongará la utilización del vertedero de Oñeder, una medida que permitiría seguir buscando un emplazamiento para un nuevo depósito, una tarea difícil por los recelos de los ayuntamientos.

Aunque el acuerdo firmado prevé que Aser recoja también los polvos de acería con menor porcentaje de zinc, los que tienen una baja proporción no le sirve, ya que es este metal lo que recupera. El problema del contenido en zinc es significativo si se tiene en cuenta que la Acería Compacta de Bizkaia (ACB) produce un residuo con un contenido mínimo de este metal.

Ante este panorama, la postura oficial del Gobierno y de la asociación constituida por los aceristas vascos el pasado año para defender sus intereses (Acyma) es la de un prudente silencio. Consideran 'interesante' el proyecto, pero no descartan seguir trabajando para buscar otras soluciones de forma colectiva o individual.

Pese a que Aser anunció que la recepción de de los residuos vascos era clave para montar una nueva planta de reciclaje en Zierbena, esta iniciativa ha quedado desestimada. La empresa tiene intención de reemplazar los residuos importados por los de Euskadi e ir cancelando los contratos con los alemanes. 'La idea de Aser es tratar a medio plazo todos los polvos de acería de Euskadi. La planta de Zierbena queda paralizada al menos hasta 2004', aseguró un portavoz.

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