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El fracaso se cierne sobre la Conferencia contra el Racismo

Durante todo el día de ayer se realizaron intentos desesperados de salvar la Conferencia Mundial contra el Racismo de Naciones Unidas, celebrada en Suráfrica, que amenaza con acabar en fracaso tras el abandono de Estados Unidos e Israel por el conflictivo asunto de Oriente Próximo.

El primer salvavidas lo lanzó la ministra de Relaciones Exteriores de Suráfrica, Nkosazana Dlamini Zuma, quien junto con el presidente de la delegación de la UE intenta, desde la noche del lunes, reformular los párrafos que se refieren a la situación política en Israel y los territorios palestinos de manera que deje satisfecho a todo el mundo. Esta mision imposible mantuvo a los delegados europeos corriendo de reunion en reunion, sin que finalmente saliera humo blanco de las negociaciones.

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Al anochecer, la ministra Zuma, presidenta de la Conferencia, logró lo que por la mañana parecía imposible: volver a situar a la Conferencia en el camino adecuado. 'Hay una luz tenue y frágil al final del tunel', dijo uno de los delegados de la UE.

Una vez que se logre un consenso sobre los párrafos de la declaración final que conciernen a Oriente Próximo -párrafos que eran analizados anoche con cierto optimismo- se pasará al tema de las compensaciones por la esclavitud y el colonialismo. Los países que han facilitado el diálogo sobre el tema, Brasil y Kenia, admitieron que hay dificultades. El ministro de Justicia de Zimbabue, Patrick Chinamasa, dijo que las exigencias de recompensa y de una petición de perdón eran innegociables. 'Me apena que se nos pida que retrocedamos en un asunto moral. Eso no lo podemos hacer', dijo. Y desestimó fisuras en el bloque africano diciendo que países como Senegal y Nigeria tienen una opinión a nivel individual, pero que todos los países, sin excepción, firmaron el documento Injusticias del Pasado que exige, entre otras cosas, la inmediata e incondicional cancelacion de la deuda externa para 2015.

Las dificultades de fondo persisten y el tiempo se acaba. Para el próximo viernes los delegados deben encontrar la metodología para sacar del paso los problemas concretos.

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