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Reportaje:

Regreso al pasado camino del colegio

Belfast se retrotrae a la tensión de los pasados enfrentamientos entre católicos y protestantes

Dos días de incidentes, camino de la escuela primaria de la Santa Cruz, evidencian que el camino de la paz sigue siendo tortuoso en Irlanda del Norte. Gran Bretaña ha quedado atónita al contemplar las imágenes del acoso de 200 fanáticos a un grupo de asustadas niñas, de entre 4 y 11 años. Católicas, su pecado es que su escuela está en el centro de Glenbryn, un pequeño conglomerado protestante del católico barrio de Ardoyne, al norte de Belfast. Los más extremistas siguen empeñados en regresar al pasado, a los peores tiempos del enfrentamiento sectario entre católicos y protestantes.

El conflicto de Irlanda del Norte está atiborrado de rencillas que vienen de lejos, muy lejos. Es inútil escarbar en las razones de unos y otros en el problema de la escuela de la Santa Cruz. Ni siquiera importa mucho quién tiene razón. El odio acumulado en decenios de conflicto acaba provocando que uno de los dos bandos sea capaz de acosar con absoluto desprecio y odio a un puñado de niñas que se dirigen a su primer día de escuela. Eso llevan haciendo desde hace ya dos días un grupo de 200 radicales lealistas protestantes, que se oponen a que las niñas y sus familias pasen por sus calles para llegar a la escuela. 'Hay activistas del IRA acompañando a las niñas', se justifican.

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'Incluso en Irlanda del Norte, incluso en Belfast, incluso en Ardoyne, la gente se ha quedado desconcertada y sobrecogida por ese desnudo sectarismo sin tapujos, por esa erupción de amargura y displicencia dirigida contra unas niñas', escribe David McKittrick en la primera página del diario The Independent.

'Siempre, incluso en los momentos de conflicto, las escuelas de todas las denominaciones han sido un refugio. Los niños siempre han estado seguros ahí', proclamó ayer el primado de la Iglesia de Irlanda, Robin Eames, que calificó los incidentes de 'absolutamente deplorables'. El obispo católico de Down y Connor, Patrick Walsh, se declaró 'tranquilizado' tras oír el mensaje 'fuerte' de su colega protestante y llamó a las partes a acabar el enfrentamiento.

También David Trimble, líder de los unionistas moderados y dimitido ministro principal de la provincia, se declaró afectado por unos incidentes que calificó de 'horrososos y totalmente inaceptables'.

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Ayer, 60 niñas fueron escoltadas hasta la puerta principal de la escuela por las fuerzas de seguridad, que formaron un cordón protector a lo largo de Ardoyne Road con todoterrenos armados. Por la tarde, las niñas fueron también escoltadas hacia sus casas, aunque la tensión había bajado de tono.

El conflicto del colegio de la Santa Cruz es una amenaza constante al proceso de paz y puede extenderse a otras escuelas. Los incidentes de estos días suponen un nuevo obstáculo para encontrar una salida a la crisis política que paraliza el proceso de paz desde que David Trimble presentara su dimisión el pasado 1 de julio. La oferta de desarme lanzada por los terroristas del IRA para desbloquear el proceso fue considerada insuficiente por los unionistas de Trimble. A mediados de agosto, Londres suspendió durante 24 horas la autonomía de Irlanda del Norte para dar a ambas partes otras seis semanas de plazo.

Los niños católicos tuvieron que ir al colegio escoltados por la policía.
Los niños católicos tuvieron que ir al colegio escoltados por la policía.REUTERS
Roisin Gallagher, una niña católica de nueve años, espera a ser escoltada para entrar en la escuela de la Santa Cruz, en Belfast.
Roisin Gallagher, una niña católica de nueve años, espera a ser escoltada para entrar en la escuela de la Santa Cruz, en Belfast.EPA

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