Más de 50 heridos durante una nueva noche de disturbios en Belfast
Los enfrentamientos comenzaron cuando un grupo de jóvenes católicos retiró una corona de flores que conmemoraba la muerte de un militante unionista
Unos 48 policías y cuatro civiles resultaron heridos ayer en los enfrentamientos registrados entre los padres de las alumnas de la escuela católica de la Santa Cruz y los vecinos protestantes del barrio adyacente, en el norte de Belfast, según las últimas informaciones facilitadas por la policía norirlandesa.
Para proteger a sus alumnas, el colegio permanece hoy cerrado por temor a que se repitan los graves altercados.
La mañana ha sido tranquila en el área, pero agentes policiales se han desplazado al cercano colegio católico de enseñanza secundaria de Nuestra Señora de las Mercedes, en el barrio protestante de Ballysillan, donde varios incontrolados han causado desperfectos en 17 coches.
La refriega del miércoles enfrentó a los padres de las escolares, residentes en el barrio nacionalista de Ardoyne, con los vecinos del barrio adyacente de Glenbryn, de mayoría unionista y donde está la escuela.
Unos 400 efectivos de las fuerzas de seguridad -200 policías y 200 soldados británicos- tuvieron que desplazarse a la zona, fuertemente armados, para separar a las dos partes.
Lejos de serenar los ánimos, los agresores protestantes y católicos -cifrados en unos 500- se ensañaron con la policía y lanzaron 136 bombas incendiarias, piedras y proyectiles pirotécnicos, aparte de incendiar seis vehículos.
Los agentes, que detuvieron a tres personas, respondieron con balas de goma para atajar las peores escenas de violencias vistas durante los últimos meses en las calles de Belfast.
El llamado Servicio de Policía de Irlanda del Norte cree que los disturbios fueron "orquestados" y no descarta la participación de miembros de grupos paramilitares en los enfrentamientos, condenados por el Gobierno británico y la clase política norirlandesa.
La escuela de la Santa Cruz fue el centro de serias disputas durante todo el otoño pasado, aunque las partes enfrentadas alcanzaron en diciembre un acuerdo para poner fin a los disturbios.
Acusaciones mutuas
Los católicos afirman que Gina Gallagher, madre de una niña de cuatro años, fue atacada por tres protestantes y recibió un puñetazo en la cara. Del lado protestante, el diputado local Billy Hutchinson culpó a los padres de los niños de la escuela. Hutchinson aseguró que la pelea empezó cuando jóvenes católicos se llevaron una corona de flores depositada al pie de una farola para conmemorar la muerte de un militante protestante, el año pasado, cerca de la escuela.
En vista de estos y otros incidentes, el centro de la disputa, la escuela Holy Cross permanecerá hoy cerrada. El sacerdote Aiden Troy, presidente del consejo escolar ha confirmado que la escuela femenina de primaria no abrirá sus puertas porque "la seguridad de las niñas es la prioridad".
"De corazón, no tengo ninguna intención ni deseo de cerrar el colegio, pero, igualmente, tampoco puedo exponer a las alumnas a un riesgo", ha explicado Troy.
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