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Tribuna:EL PAPEL DEL CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL
Tribuna
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El protagonismo de la sociedad civil

A los casi 23 años de la promulgación de nuestra Constitución de 1.978 con la que se establece en España un sistema político de democracia, desde distintos foros se está planteando la revisión del alcance que debe tener la participación de la sociedad en las decisiones de poder, como esencia inherente a dicho sistema. Así, si hasta ahora, la participación ciudadana se ha caracterizado fundamentalmente por el hecho de elegir a sus representantes en las distintas instituciones haciéndoles una delegación del ejercicio de los actos de gobierno, hoy la sociedad en general demanda una profundización de la democracia, caracterizada por la participación directa de la sociedad civil organizada en la toma de decisiones, y consecuentemente su corresponsabilidad con las instituciones para perfilar el futuro de su tierra y sus gentes a través de cauces estables creados por los propios Gobiernos.

Como prototipo de estos 'cauces' han ido surgiendo en los distintos territorios los Consejos Económicos y Sociales (CES).

En Andalucía, el CES se crea por Ley de 26 de noviembre de 1997, y se configura como un órgano colegiado de carácter consultivo del Gobierno en el que se da la voz a la sociedad a través de sus instituciones y organizaciones representativas, para que sea garante del dialogo y la participación social en las áreas socio-económica y laboral.

La función consultiva del CES-A permite la participación ciudadana en el proceso de decisión de los asuntos de interés para Andalucía.

La participación, el dialogo y la búsqueda de la convergencia desde puntos de partida yuxtapuestos, abundan no sólo en la calidad y credibilidad de las decisiones, ya que mejoran su comprensión y aceptación por parte de los ciudadanos, sino también en el ejercicio de la democracia, que se ve así enriquecida con el protagonismo de las organizaciones económicas y sociales.

En este sentido hay que destacar la singularidad del Consejo Economico y Social de Andalucía; el punto en el que reside su carácter especifico es en su propia conformación, ya que están representados no sólo los interlocutores sociales tradicionales, sindicatos y empresarios (Grupo I y II), sino también los demás intereses socioprofesionales, consumidores, economía social, corporaciones locales, universidades y expertos (Grupo III). A través de todos ellos se puede oír la voz de la sociedad.

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El objetivo es que el trabajo del Consejo conforme un bloque de contenidos que convierta esta Institución en una referencia inexcusable para analizar la realidad de Andalucía desde distintos posicionamientos y puntos de vista. Porque no se trata de un foro de concertación puntual y temporal, sino de un foro de dialogo permanente, de continua búsqueda de zonas comunes, para articular la complejidad de la conformación social que caracteriza a la sociedad moderna. Se trata de conseguir que las diferencias de intereses y de formas de actuar no supongan un obstáculo sino una palanca para avanzar en los objetivos comunes.

Es frecuente el uso indiferenciado de los términos diálogo y concertación social, entiendiéndose por ambos los acuerdos logrados entre los interlocutores sociales y la administración con la finalidad de diseñar y ejecutar medidas.

No obstante, diálogo y concertación señalan realidades distintas. Sin discutir la interacción de ambos, el dialogo es el vehículo para alcanzar la concertación, entendida ésta como instrumento que contiene obligaciones concretas para las partes que suscriben el pacto. La concertación no deja de ser la plasmación de una convergencia limitada en el tiempo; en cambio el dialogo y la participación social tienen que ser permanentes y fluidos.

El CES-A tiene un cometido especifico: constituye la sede por excelencia para la participación y el debate de la sociedad civil organizada.

Rosamar Prieto-Castro García-Alix es presidenta del C.E.S.-A

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