Batasuna se suma a las fuerzas democráticas en la protesta por la explosión del juguete bomba

La concentración unitaria -'una foto extraña e inesperada', según el alcalde donostiarra, Odón Elorza- reunió a todas las formaciones políticas vascas sin excepción, lo que no tiene precedentes. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, y Elorza encabezaron la protesta junto a representantes de toda la corporación municipal y los consejeros vascos Josu Jon Imaz y Miren Azkarate.

La convocatoria, en repulsa por la explosión del juguete trampa, transcurrió en silencio durante 15 minutos frente a la fachada consistorial, en uno de cuyos balcones estaba colocada una pancarta con el lema 'ETA no. Por una convivencia democrática y en paz'.

Al comenzar el acto, a invitación del portavoz local de EA, Enrique Arana, el lehendakari tuvo que saludar uno a uno a los cuatro concejales de EH. Entre el público se encontraban, entre otros, el portavoz del PNV, Joseba Egibar; la diputada de EA, Begoña Lasagabaster; el senador del PP, Gonzalo Quiroga; el coordinador de Elkarri, Jonan Fernández, y Rafael Díez, secretario general de LAB, sindicato al que pertenece el padre del niño herido el lunes. La representación socialista se limitó a los ediles donostiarras de este partido.

Una veintena de personas portaron ikurriñas con crespones negros, el único símbolo exhibido en este acto. Al finalizar la protesta, una mujer del público se dirigió a los ediles de EH para decirles: 'A ver si en la próxima también estáis aquí'.

Varias decenas de personas se reunieron también ante el Ayuntamiento de Bilbao y en Vitoria frente al Parlamento autonómico y el edificio consistorial, donde miembros de Batasuna desplegaron una pancarta contra la 'guerra sucia', lo que suscitó las críticas del teniente de alcalde de Vitoria, Miguel Ángel Echevarría, del PP.

Por otro lado, el niño herido muy grave en la explosión del juguete sigue ingresado en estado muy crítico. La Ertzaintza continúa con las investigaciones, aunque no ha podido avanzar en la identificación de quienes provocaron el crimen, lo que es ahora una prioridad para el Gobierno vasco.