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El asesinato de un ex agente de los servicios secretos causó la ruptura del Gobierno serbio

El primer ministro, Zoran Djindjic, dice que la pervivencia de Yugoslavia está en peligro

La visita del difunto Gavrilovic al Gabinete de Kostunica pudo resultar letal para la DOS, para el Gobierno de Serbia e incluso para las estructuras federales de Yugoslavia, que viven desde hace meses las tensiones de una guerra sorda entre los dos gallitos de la política del país: el presidente Kostunica y el jefe de Gobierno de Serbia, Zoran Djindjic.

Gavrilovic cayó abatido a tiros a la puerta de su casa, según el modelo habitual de varias docenas de asesinatos entre políticos y mafiosos acaecidos en Belgrado en los últimos años. Todo parecía que iba a ser un caso más, hasta que el diario Blic publicó, cinco días más tarde, que el antiguo agente de los servicios secretos serbios había visitado el Gabinete de Kostunica el mismo día de su muerte para entregar allí papeles comprometedores para el Gobierno de Serbia, al que se acusaba de contactos con el crimen organizado.

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El periódico no citó la fuente de información y se limitó a indicar que se trataba de un asesor de Kostunica. Todo el mundo en Belgrado entendió que el mencionado no era otro que el periodista Aleksandar Tijanic, ex ministro de Información de Milosevic y luego pasado a la oposición. Desde la publicación de la información, Serbia ha vivido unas semanas de fuego cruzado de acusaciones entre partidarios de Kostunica y del Gobierno serbio por la supuesta connivencia de éste con las mafias..

Desde Estados Unidos, donde se encontraba de visita, Djindjic atacó al partido de Kostunica (DSS), con el que formaba el Gobierno de Serbia: 'Las más duras acusaciones aparecidas en la prensa de que hay indicios o pruebas escritas de que algunos miembros del Gobierno están involucrados en el crimen organizado parecen proceder de la oficina del presidente del Estado, cuyo partido, el DSS, forma parte del Gobierno'.

En la acumulación de revelaciones, la esposa del agente asesinado declaró que su marido se había entrevistado en persona con Kostunica el pasado abril y que había acudido al Gabinete del presidente en otras dos ocasiones. Partidarios de Djindjic acusaron a su vez a Kostunica de intentar crear un servicio de información privado e ignorar las estructuras de Gobierno de Serbia.

El pasado viernes, Kostunica decidió romper la baraja con la retirada de sus ministros del Gobierno de Serbia. El partido de Kostunica acusó al Gobierno de Serbia de no poder o no querer acabar con el crimen organizado y de decepcionar las esperanzas del pueblo: 'En vez de enfrentarse de forma resoluta al creciente dominio del enemigo principal, el Gobierno tapa su incapacidad buscando culpables entre los periodistas locales y extranjeros acusándolos de que sus escritos sobre el crimen organizado sabotean las reformas en Serbia'.

Con este grado de deterioro, la permanencia del DSS en la coalición de Gobierno de Serbia carecía de sentido y se habló incluso de moción de censura en el Parlamento serbio. El DSS ya había salido del grupo parlamentario en julio para protestar por la forma en que se entregó a Milosevic al Tribunal de La Haya. Djindjic y la DOS cuentan aún con mayoría suficiente en el Parlamento. La DOS tenía 176 diputados de 250. Con la retirada de los 46 del partido de Kostunica, Djindjic y la DOS disponen de 130 diputados, pero el clima político en Serbia se ha enrarecido aún más. Djindjic ha advertido ya del riesgo para la pervivencia de Yugoslavia: 'Si la DOS dejara de existir implicaría una crisis inmediata del Gobierno federal, una crisis del Gobierno de Serbia y una crisis total nacional y estatal'.

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