Los inmigrantes de Cuenca piden ayuda a los empresarios
Ponen fin a la huelga de hambre, pero seguirán en la plaza de España
Durante la mañana de ayer, otros tres magrebíes tuvieron que ser trasladados en ambulancia hasta el servicio de urgencias del hospital Virgen de la Luz de Cuenca para que ser atendidos por un desvanecimento, por dolores abdominales y por respirar irregularmente, respectivamente. Ante esto, miembros de la Cruz Roja y de CC OO volvieron a intentar convencerles de que terminaran con la huelga.
Los voluntarios de la organización humanitaria que los atienden desde que comenzaron la marcha de Las Pedroñeras a Cuenca explicaron a los dos miembros del sindicato que actúan como traductores las consecuencias crónicas que la falta de alimentación podría acarrearles. Los traductores hicieron su trabajo y los inmigrantes optaron por convocar una asamblea para decidir si abandonaban o no la medida de protesta.
Al final, acordaban volver a comer. Pero no descartan volver a declararse en huelga en los próximos días, y además la concentración ante la Subdelegación del Gobierno continuará hasta que se resuelva su situación. El abandono del ayuno no significa una rendición y siguen firmes en sus exigencias: piden permisos temporales de residencia para poder trabajar.
A través de sus portavoces, hicieron un llamamiento a los empresarios de la región para que se unan a las fuerzas sociales y a las distintas Administraciones para buscar una solución al conflicto. Miembros de CC OO explicaron ayer que empresarios del campo de Albacete habían mostrado su disposición a ofrecer precontratos de trabajo a 80 de los huelguistas para la recogida de la cebolla, la patata y para la vendimia. Las gestiones del sindicato para buscar otras ofertas de trabajo continúan, ya que según declaró su secetario provincial, Miguel Ángel Saiz, 'se trata de buscar una solución para todos, y no sólo para 80 de ellos'.
Además de evitar los problemas de salud derivados de la falta de alimento, el abandono de la huelga de hambre constituye, según los portavoces del colectivo, un gesto para demostrar a la Subdelegación su predisposición al diálogo, algo que, según ellos, no ha mostrado en ningún momento la Administración, que siempre ha interpretado la Ley de Extranjería de forma rigurosa para no darles trato especial.
Piden disculpas
El hecho de que vuelvan a comer no significa que abandonen la protesta, que continuará desarrollándose ante la Subdelegación. Los portavoces pidieron disculpas a los conquenses por la ocupación de una vía pública. Desde que la marcha por papeles llegó a Cuenca, las protestas han tenido lugar en un lateral ajardinado de la plaza de España que sus integrantes acordonaron y rodearon con sus pancartas.
La sorpresa fue general ante el anuncio del final de la huelga, ya que por la mañana los integrantes de la protesta habían insistido en que la continuaría y en que el conflicto sólo tenía dos soluciones: la regularización de todos ellos o la muerte.
Su reivindicación comenzó el lunes de la semana pasada, cuando cerca de un centenar de magrebíes intentaron encerrarse en el albergue que la Cruz Roja tiene en Las Pedroñeras, el mismo pueblo en el que días antes un grupo fascista había arengado a la población para que pidieran la expulsión de los 'inmigrantes ilegales'.
Cuando comprobaron la inviabilidad de la medida, decidieron comenzar una huelga de hambre y, sin abandonarla, al día siguiente 43 de ellos partieron a pie hacia la capital (a unos 110 kilómetros). A mitad de camino, en la localidad de La Almarcha, decidieron momentáneamente volver a comer debido a la dureza del camino. El viernes llegaron a la plaza de España, donde se encuentra la Subdelegación.Tras reponerse durante dos días, recomenzaron la huelga.
No tienen papeles, pero su situación no es irregular. Están en posesión de su pasaporte y de su resguardo de solicitud del permiso de residencia, por lo que no pueden ser expulsados del país al estar a la espera de una respuesta de la Administración. El sábado, la Subdelegación les notificó a 40 de ellos que debían aportar en el plazo de 10 días hábiles determinados documentos (generalmente una oferta de trabajo en firme) para poder regularizar su situación. Si no los aportan, podrán ser expulsados.
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