La justicia italiana libera a 19 actores detenidos durante la cumbre del G-8

El juez de Génova Bechoni Papillo ordenó ayer la liberación de 19 de los 24 miembros de la compañía de teatro austríaca No Borders, detenidos el 22 de julio durante la cumbre del G-8, (los siete países más ricos del planeta y Rusia). Los cinco restantes podrían ser liberados hoy, según explicó una de las abogadas del Foro Legal de Génova que les defiende, Laura Tartarini.

El tribunal genovés, compuesto por tres jueces, basó la liberación en la 'falta de pruebas' (se les acusaba de devastar y saquear la ciudad durante las manifestaciones) y en la 'no peligrosidad de los detenidos' ya que ninguno de ellos tiene antecedentes penales, según manifestó Tartarini.

Los excarcelados: 16 austríacos, 1 sueca, 1 estadounidense y 1 checo, serán expulsados hoy del país y para poder volver a Italia en los próximos cinco años deberán solicitarlo por escrito al Ministerio de Asuntos Exteriores, que denegará el permiso si la intención de la visita es acudir a alguna cita antiglobalización, según declaró Tartarini.

Los actores fueron detenidos cuando abandonaban Génova en un autobús rumbo a Austria. La policía encontró bastones y camisetas negras en el autobús y procedió a las detenciones por considerar que se trataba de armas y de la indumentaria típica del llamado Bloque Negro (grupo anarquista acusado de perpetrar actos violentos).

Entre los liberados se encuentra la estudiante estadounidense de 22 años Susan Thomas, cuya familia y la comunidad internacional cuáquera (movimiento religioso pacifista al que pertenece Thomas) han protagonizado una intensa campaña mediática en EE UU y en Italia para su liberación.

Los actores, que han permanecido en prisión durante más de tres semanas, aseguran haber sufrido malos tratos tanto en la cárcel como en los centros de detención. Además, las detenidas austriacas de la cárcel de Voghera piensan demandar a la policía penitenciaria por sufrir 'molestias sexuales'.

El Foro Legal de Génova presentará en septiembre un centenar de denuncias por malos tratos contra la policía italiana basadas en los testimonios de los manifestantes detenidos en Génova.