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Reportaje:

El temido bebé del arzobispo

La esposa de Milingo anuncia en la basílica de San Pedro que posiblemente aguarda un hijo del prelado

María Sung, la acupuntora coreana de 43 años, cuyo matrimonio por el rito moon con el arzobispo católico Emmanuele Milingo, de 71 años, desató en mayo pasado una profunda crisis en la jerarquía vaticana, se plantó ayer en el corazón de la Santa Sede dispuesta a recuperar a su marido. Tras llorar y rezar en la mismísima basílica de San Pedro, una compungida Sung declaró ante decenas de periodistas que se le había retrasado el ciclo menstrual y que podía estar embarazada del mitrado. Aldabonazo al que acompañó el anuncio de que hoy empezaría una huelga de hambre que estaba dispuesta a mantener hasta que volviese a ver a Milingo. Un hombre que después de su entrevista de reconciliación con el Papa -el Vaticano le había amenazado con excomulgarle si no abjuraba de la Iglesia Moon y abandonaba a su mujer- se ha esfumado del mapa para dar inicio a lo que la Santa Sede denomina un 'periodo de reflexión'.

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'Yo soy la esposa de monseñor Milingo y él me dijo que iba a decidir las cosas conmigo. No creo que haya decidido dejarme sin antes habérmelo dicho. Quiero encontrar a mi marido sin controles ni presencia de nadie. Por eso ayunaré hasta que vuelva mi marido. Y si no vuelve, moriré', dijo Sung con ayuda de una intérprete. Llegado a este punto, la acupuntora caminó desde la columnata de Bernini, hasta el obelisco central de la plaza. Allí se arrodilló, rezó en silencio y rompió en llanto.

Luego explicaría: 'Dios es igual para todos, por eso he ido más allá de las barreras religiosas y le he pedido que salve a una persona. Le he dicho: 'Dios, si no quieres que muera, envíame a mi marido'. Acto seguido, Sung volvió a temas más mundanos y explicó que Milingo conocía bien la fecha de la llegada de su menstruación -'pregúntenle a él si quieren'- y aseguró que cuando su marido regresase se haría inmediatamente la prueba del embarazo. 'Si el ayuno es peligroso para el niño, Dios hará que Milingo vuelva rápido a mi lado', vaticinó.

Sung, que rechazó una misiva que le hizo llegar una delegación del Vaticano -'no tengo confianza en una carta'-, se enfrentó ante los periodistas al problema de que su matrimonio con Milingo no sea considerado válido por estar 'casado con la Iglesia antes que con ella'. 'Me casé ante Dios y la humanidad, por lo tanto el matrimonio mío es válido', dijo antes de lanzar una última estocada y revelar que Milingo, pese a su matrimonio rechazado por Roma, no sólo nunca dejó la Iglesia, sino que ella, miembro de la Iglesia Moon, 'diariamente le acompañaba en la celebración de la misa'. El Vaticano, ayer, guardó silencio.

María Sung llora ante la basílica de San Pedro.
María Sung llora ante la basílica de San Pedro.AP

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