_
_
_
_
Reportaje:

Un puñado de votos para Matas

Cinco altos cargos del Gobierno balear de Matas están implicados en un caso de delito electoral y malversación

'El voto a favor del PP está absolutamente garantizado', sentenció por escrito uno de los cuatro agentes emisarios en Latinoamérica que el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, contrató cuando era presidente de Baleares (1996-1999) y candidato del PP. Una maniobra partidista y electoral vestida de campaña institucional para integrar baleares ausentes, pagada con fondos públicos, que quedó plasmada en cuatro informes de asesores y en un escrito del propio Matas.

En manos del juez, esos papeles y los indicios de manipulación de un puñado de votos emigrantes en Formentera acosan al ministro. Cinco ex altos cargos de su Gobierno han sido implicados por el fiscal por supuestos delitos electoral y de malversación de fondos públicos, tras haber parado el fiscal general la imputación de Matas. Éste es el caso Formentera.

Más información
Mato, Mata y Matas
Cinco altos cargos del gabinete de Matas, implicados por la fiscalía
Corrupción electoral
El silencio de Matas ante el 'caso Formentera' agrava la crisis en el PP balear
El PSOE e IU se querellan contra Matas por supuesto delito electoral
Cardenal da vía libre a la Fiscalía para que pida la citación de Matas por delito electoral

El presunto pucherazo o compra de votos salió a la luz antes de las elecciones autonómicas de 1999, al detectarse en Formentera un sospechoso puñado de 74 votos por correo, todos enviados desde Argentina. La alarma se encendió en la izquierda al suponer que esos votos estaban dirigidos a desequilibrar el tradicional ajustado resultado de las urnas locales. En la isla, 6.000 ciudadanos eligen un diputado de oro que suele ser decisivo para la mayoría del Parlamento balear.

La sospecha de un posible fraude electoral fue apoyada por el gran número de nuevos votantes por correo de emigrantes sin arraigo ninguno en la isla. Alguno confundió Formentera con Mallorca y otros desvelaron que habían enviado su voto porque les prometieron construir una residencia en Formentera.

'El voto a favor de Matas está asegurado', dictaminaron un año antes de abrirse las urnas sus agentes electorales, que habían girado por Argentina y Uruguay, preparando el censo y el voto de emigrantes, buscando y sufragando núcleos de posibles afines al PP. 'Operación de captación de votos' mediante 'una acción política adecuada' para capturar 'una bolsa de [12.000] votos para el PP', afirmaron los emisarios del actual ministro, según consta en sus textos y en el sumario. En el empeño se gastaron cientos de millones de fondos públicos: viajes, contratos de agentes, patrocinios, subvenciones...

En Formentera, el exceso del supuesto pucherazo levantó la liebre. En la isla menor del archipiélago, el 90% de los votos enviados desde Argentina fueron para la lista del Gobierno Matas, la Agrupación Independiente Popular de Formentera. Los listados de estos votantes indican que el PP posiblemente fragmentó por toda Baleares una cuantiosa cosecha del voto emigrante.

Disputa por los votos

Un ex consejero del Gobierno de Matas ha manifestado a EL PAÍS que, poco antes de las elecciones, al verse los frutos de la masiva captación de votos en América del Sur y su reparto por municipios, dos consejeros discutieron: 'Miquel Ramis, de Alcúdia, recriminó a quien movía los hilos, la consejera Rosa Estarás, que su pueblo de Valldemosa había salido muy favorecido -con más papeletas americanas- que el suyo propio, Alcúdia'.

El PP, tras el estallido de la presunta compra de votos, fue derrotado en Formentera y perdió el preciado escaño. En Baleares, la derecha dejó el poder a la izquierda por primera vez. El aleteo de una mariposa desencadenó una tempestad.

La teledirigida recolecta de sufragios, una supuesta corrupción electoral, ha crecido hasta convertirse en una amenaza para la carrera de Matas. En la causa judicial hay pruebas que le comprometen. En un manuscrito autentificado como propio, Matas esquematizó la organización para multiplicar los votos emigrantes, la red de corresponsales para incrementar el censo y las vías de comunicación. En el papel se cobijó el operativo electoral bajo el paraguas financiero del Instituto Balear de Promoción Industrial. Así fue.

La historia secreta que explica el caso quedó documentada en cuatro informes de dos de los agentes electorales del Gobierno de Matas, que operaban con pantalla y sueldo oficial de asesores comerciales o de prensa. Uno de ellos, el ex redactor de discursos de Matas, Miquel Segura, bautizó la maquinación, en clave de espía, como Operación Mapau. Tomó el nombre de su hija Mapau Segura, también contratada por Matas para detectar y censar emigrantes sensibles al PP.

La fiscalía de Baleares ha pedido esta semana la imputación de cuatro ex altos cargos del ex Gobierno Matas. El número dos del ministro en el PP balear, el coordinador general, diputado y ex consejero de Industria José Juan Cardona, y su ex mano derecha en Medio Ambiente y en la presidencia del Gobierno balear, el periodista Javier Mato, están implicados, así como tres ex directores y secretarios generales del Ejecutivo.

El fiscal general Jesús Cardenal bloqueó en junio la imputación en el Tribunal Supremo de Matas y de su consejera de Presidencia, Rosa Estarás, diputada en Madrid. Cardenal reclamó más investigaciones, pero los fiscales del caso auguran que se llegará al Supremo con ambos políticos imputados. Para asegurar la investigación de Matas los partidos de la izquierda presentarán una querella ante el Supremo.

'Formentera: està tot bé (todo conforme)'. El coordinador territorial del PP y diputado Antoni Pastor dejó a Matas este mensaje preelectoral en la agenda del presidente. Pastor, que era director general, dejó su nota mientras tramitaba en Argentina el voto por correo y cuidaba de las casas baleares por encargo del ministro. Siete veces en un año viajó Pastor a América.

Los también muy viajeros comisarios electorales Miquel y Maripau Segura allanaron para Matas una 'estrategia partidista' y 'contactos políticos'. Afirmaron contar 'con una base de socios que actuará propiciando el voto por correo para el PP' mediante 'gestiones de cara a conseguir la captación del voto emigrante' y 'contrapartidas'. Dicho y hecho, pero en Formentera la trama estalló por excesiva.

'Por 12.000 votos, uno se lo piensa, el riesgo tiene una justificación. Pero se movió una miseria de papeletas', ironiza un ex diputado del PP de Mallorca. '¿A cuánto nos ha salido cada voto? La imagen creada es tan negativa y la falta de liderazgo tan notable que difícilmente obtendremos mayoría absoluta para gobernar de nuevo en Baleares', concluye.

Matas, con dos altos cargos del Parlamento balear el pasado junio.
Matas, con dos altos cargos del Parlamento balear el pasado junio.T. RAMÓN

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_