Cuerpos marcados a cuchillo
El país balcánico ha entrado en una dinámica de enfrentamiento civil
La espiral del odio se ha puesto en marcha en Macedonia. Cada vez más se advierten síntomas palpables de una guerra civil.
En la madrugada del lunes, la policía rodeó, en un barrio albanés de la capital, Skopje, una casa ocupada por un comando de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). La operación concluyó con cinco albaneses muertos, entre ellos un presunto comandante guerrillero. El Ministerio del Interior de Macedonia informó de que dicho comandante era de nacionalidad albanesa. La presencia de un albanés de Albania favorece las tesis del Gobierno de Skopje en el sentido de que lo que ellos califican de 'terroristas extremistas' no son un producto autóctono macedonio, sino importado de la vecina Kosovo o de Albania.
Periodistas occidentales que visitaron el lugar de los hechos constataron la presencia de restos de masa encefálica de los muertos por el suelo y las paredes. Esto contradice la versión oficial de un tiroteo desde la distancia y apunta más bien a una ejecución sumaria de los así llamados terroristas.
La respuesta no se hizo esperar. Horas más tarde, en la vía rápida que une Skopje con Tetovo, un comando secuestró a cinco trabajadores de una empresa constructora. Los secuestrados reparecieron con huellas de torturas en sus cuerpos. A cuchillo, los secuestradores grabaron en las espaldas de los secuestrados las siglas del Ejército de Liberación Nacional (ELN). El centro de prensa creado por el comité de crisis del Gobierno de Macedonia ha difundido fotografías de los secuestrados e informa de que durante ocho horas sufrieron torturas a base de golpes, quemaduras de cigarrillos y cortes con cuchillos.
Macedonia ha entrado de lleno en el juego siniestro del estímulo al que sigue una respuesta, cada vez más violenta. El ministro de Defensa de Macedonia, Vlado Vuckovski, conjuraba a sus compatriotas, tras la muerte de 10 soldados en una emboscada, con un patético: '¡Demos una oportunidad a la paz! ¡Hagamos que esta tragedia no degenere en una sangrienta guerra civil!'.
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