LA MINISTRA PILAR DEL CASTILLO, UNA ALUMNA MÁS DE LA UIMP
Para que luego no se diga que la ministra de Educación, Cultura y Deporte, Pilar del Castillo, es poco aplicada, ayer y anteayer tomó asiento en las aulas de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Pero no lo hizo para dar doctrina, ni para lanzar discursos partidistas, ni para condecorar a nadie. Lo hizo como alumna. Fue en el curso Campañas electorales y decisión de voto: las elecciones generales españolas del 2000, las de la mayoría absoluta del Partido Popular.
Del Castillo, discreta, callada y muy atenta, digna merecedora de buena nota en conducta, asistió al seminario, dirigido por Ismael Crespo y Eva Anduiza, en el que se analizan los misterios y recovecos del triunfo de José María Aznar. Especial interés mostró la gobernante por la conferencia de Francisco J. Llera, catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad del País Vasco sobre los resultados de las elecciones.
No fue sólo política lo que ocupó el tiempo que ha pasado en Santander la ministra. El caso es que esta semana la UIMP se ha convertido en esa gran familia que es el Ministerio de Cultura, porque el secretario de Estado, Luis Alberto de Cuenca, ha participado en otro encuentro titulado Literatura fantástica y otras expresiones de lo imposible, cuyo director era el escritor José María Merino, y la secretaria, Alicia Mariño, experta en Filología Francesa y cónyuge de De Cuenca, a quien moderó, en dos mesas redondas, bajo los títulos de La mirada fantástica y El lenguaje fantástico. La ministra y el secretario ocuparon habitaciones en el palacio de la Magdalena. Si a la hora de las comidas Del Castillo eligió salones apartados, De Cuenca y su esposa tiraban de vales de comida y se les veía degustando los potajes del rancho destinado a los paladares del resto de los alumnos y, todo hay que decirlo, de esos que no provocan desórdenes en el estómago.
Los altos cargos de Cultura también tuvieron su tiempo de recreo. El miércoles por la noche, tanto Del Castillo como De Cuenca asistieron, junto a la reina Sofía, a la inauguración del 50º Festival Internacional de Santander, que arrancó con Aida, la ópera de Giuseppe Verdi. Compartieron el palco con el presidente cántabro, José Joaquín Martínez Sieso, y el alcalde de Santander, Gonzalo Piñeiro, también mayorabsolutistas del Partido Popular en la región. Todos exultantes, como no podía ser menos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.