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900 muertos en 74 días de guerra

El 2 de abril de 1982, la Junta Militar argentina, cuyo jefe era entonces el general Leopoldo Galtieri, ordenó la invasión de las Malvinas, un archipiélago situado en el Atlántico sur perteneciente a Gran Bretaña desde 1833. En medio del fervor nacionalista, con el eslogan 'Las Malvinas son argentinas' omnipresente, miles de reclutas fueron enviados, sin entrenamiento ni equipos contra el frío, a las islas que los británicos llaman Falklands.

El conflicto se prolongó durante 74 días, costó la vida a 900 personas y abrió heridas entre Argentina y el Reino Unido que todavía no han acabado de cerrarse, a pesar de la simbólica visita de Tony Blair. El fracaso de aquella reconquista -las Malvinas fueron argentinas desde su independencia en 1820 hasta 1833- significó el principio del fin de la dictadura militar.

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No pasaron ni 24 horas antes de que la primera ministra británica, Margaret Thatcher, decidiese el envío de una flota al archipiélago. Durante los 16 días que la armada tardó en llegar hasta el Atlántico sur, los esfuerzos internacionales para detener la guerra fueron tan intensos como inútiles.

El 25 de abril empezaron las escaramuzas con la toma de las islas vecinas, las Georgias del sur, a 1.300 kilómetros de las Malvinas, que también formaban parte del conflicto territorial entre los dos países.

Un día después de que el presidente estadounidense, Ronald Reagan, mostrase su apoyo a Gran Bretaña, el aeropuerto de Port Stanley (Puerto Argentino) es bombardeado el 1 de mayo en un ataque con el que comenzó la guerra. Tras la destrucción del crucero argentino General Belgrano y del destructor británico Sheffield, la noche del 21 de mayo las tropas británicas desembarcan en las Malvinas.

'Siete semanas después de la agresión argentina, las fuerzas británicas están de nuevo firmemente establecidas en las islas Malvinas', dijo el ministro británico de Defensa, John Nott, al anunciar el desembarco.

La batalla Mount Longdon, a una decena de kilómetros de Port Stanley, marcó el 12 de junio la derrota de las tropas argentinas, que se rindieron el 15 de junio. Un día antes, Thatcher había ordenado a sus tropas que dejasen de disparar. Las banderas blancas habían sustituido a las banderas argentinas en las Malvinas. La guerra por el archipiélago estratégico, con importantes recursos naturales, sobre todo petrolíferos, costó la vida a 642 argentinos y a 255 británicos.

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