El Ejecutivo vasco propone renovar el sistema de financiación sin tocar el Cupo

La renovación de la ley del Concierto Económico Vasco, que caduca el 1 de enero de 2002, tras 20 años de vigencia, se presenta como el campo de menos dificultad para un acuerdo entre José María Aznar y Juan José Ibarretxe. El viernes, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y la vicelehendakari, Idoa Zenarruzabeitia, se citaron a la vuelta de las vacaciones veraniegas para retomar las conversaciones iniciadas en febrero.

El Gobierno vasco afronta esta negociación con tres claves. La primera es la renovación 'sin ningún tipo de rebaja' de la capacidad normativa sobre impuestos de la que goza, que es casi plena en IRPF y sociedades.

La segunda es el mantenimiento del porcentaje del Cupo -la cantidad que paga la comunidad autónoma vasca a la Administración central por los servicios no transferidos que ésta le presta- que se sitúa en un 6,24% de lo que recauda. Ese porcentaje no ha variado en los 20 años de vigencia de este sistema de financiación.

La tercera es la inserción del Concierto Económico Vasco en la Unión Europea. El Gobierno vasco no renuncia al principio de participación directa en todos los foros europeos en los que se aborde la cuestión fiscal. Pero lo que le interesa es que las instituciones europeas reconozcan que el Concierto Económico es 'un sistema general y no un programa de subvenciones camuflado'.