Militantes radicales de Hamás y Fatah se enfrentan en Gaza a la policía de la Autoridad Palestina

Miembros de las milicias populares palestinas pertenecientes a Hamás y Al Fatah se han manifestado en los dos últimos días por las calles de Gaza enfrentándose incluso a las fuerzas de seguridad de Yasir Arafat en protesta por el arresto de varios de sus militantes, acusados de no respetar el alto el fuego firmado con Israel hace 40 días. Los incidentes, que se saldaron con una decena de heridos y detenidos, obligaron ayer por la tarde al presidente palestino a interrumpir un viaje por varios países del Golfo y volver urgentemente a los territorios autónomos.

Los altercados se iniciaron el lunes por la tarde en el barrio del Jeque Adwan de Gaza, donde un millar de activistas, miembros de la plataforma unitaria Comité de la Resistencia Popular en apoyo de la Intifada, se lanzaron a la calle para protestar por el acoso y arresto de militantes de Al Fatah y Hamás ordenado por Arafat para pacificar los territorios autónomos de acuerdo con sus compromisos internacionales. Los manifestantes protestaban especialmente por la actuación de la policía palestina el domingo contra tres guerrilleros que fueron tiroteados por las fuerzas de seguridad mientras regresaban a Gaza después de haber disparado obuses de mortero contra un asentamiento judío. Uno de los miembros del comando resultó gravemente herido en la espalda por disparos palestinos.

Las movilizaciones de protesta culminaron el lunes a última hora de la noche ante la casa de Mussa Arafat, sobrino de Yasir Arafat y jefe de los servicios de espionaje militar, que fue apedreada por los participantes de la marcha por considerarlo responsable de la oleada de represión. Ayer la casa de Mussa Arafat, así como otros puntos claves de los servicios de seguridad palestina, se encontraban extraordinariamente protegidos; se había doblado la vigilancia y dotado a los servicios policiales de fusiles AK-47 mientras la policía trataba de identificar y detener a los revoltosos.

Domesticar la Intifada

Este estallido de violencia entre palestinos, el más grave que se registra en los últimos años, pone en evidencia las tensiones surgidas en los territorios autónomos como consecuencia de los intentos de Yasir Arafat por domesticar y controlar la Intifada, tratando de aplicar la tregua con Israel. Los Comités de Resistencia Popular, en los que participan una docena de partidos nacionalistas y fundamentalistas, entre ellos Fatah y Hamás, se han mostrado reticentes a asumir la orden de alto el fuego debido a los ataques del Ejército israelí y los colonos judíos.

Ayer llegó a la región el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, con una única misión: presionar a Ariel Sharon para que aplique el plan de paz de la Comisión Mitchell y obligarle a aceptar los observadores internacionales recomendados por los países más industrializados del mundo más Rusia, el G-8.

El primer ministro israelí se negó a aceptar a los observadores internacionales y señaló que el plan Mitchell sólo se pondrá en marcha cuando haya un alto el fuego absoluto.