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Vizcaya no ha cobrado más de 116.000 millones de impuestos

El Tribunal de Cuentas constata que 94.000 millones se consideran ya de difícil abono

Hasta hace tres años los impuestos directos, indirectos y tasas que no habían sido abonadas por contribuyentes vizcaínos sumaban 99.257 millones, de los que casi 84.000 se consideraban como ajuste financiero, el término técnico que se utiliza para las deudas de difícil cobro. En 1999 la situación no ha mejorado, ya que la Diputación tuvo unos ingresos fiscales de 633.000 millones pero quedaron pendientes de abono a la Hacienda un total de 17.393, de los que 10.000 millones se consideran de complicado cobro.

El informe constata que existen un total de 96 contribuyentes, sin concretar si son empresas o particulares, con una deuda particular superior a los 200 millones, que en total deben a Hacienda casi 70.000 millones, de los que 60.400 se califican de complicado abono.

La deuda de los tributos procede en su mayoría de los impuestos directos (Renta, Sociedades y Patrimonio), que ya suman 45.000 millones, de ellos 36.800 prácticamente irrecuperables. El hecho de la existencia de una partida alta en el impuesto de la renta (38.709 millones) indica que una parte importante de los morosos son ciudadanos particulares. A diferencia de la situación de 1998, la cifra de impuestos indirectos sin cobrar es inferior respecto a los directos, al totalizar 43.800 millones, de los que 34.300 son de dudoso cobro.

El estudio del órgano fiscalizador no realiza ninguna valoración sobre esta elevada deuda tributaria y sólo aporta las cifras. La Diputación vizcaína, que en cada informe dispone de un anexo para exponer sus alegaciones a los datos y consideraciones del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, tampoco aporta comentario alguno.

Polémica Esta situación tributaria ya creó polémica el pasado año cuando la Diputación culpó al Tribunal de Cuentas de realizar una 'actuación sesgada y prevaricadora' al presentar estos datos y calificó de 'normal' la existencia de cerca de 100.000 millones sin cobrar, puesto que la situación era similar en las haciendas de Álava y Guipúzcoa. La cifra de tributos no abonada supera ampliamente el presupuesto operativo actual de la Diputación vizcaína -lo que disponen los distintos departamentos forales-, que tras la prórroga presupuestaria de este año es de 78.000 millones de pesetas.

Otra de las anomalías reflejadas por el Tribunal de Cuentas se refiere a las subvenciones concedidas por la Diputación.El órgano fiscalizador constata la adjudicación directa de ayudas por valor de 79 millones de pesetas 'sin que se determine suficientemente el objeto y la finalidad de las mismas'. El Tribunal destaca el caso de una subvención de 60 millones a un empresario acordada por el Consejo de Gobierno del 13 de julio de 1999, que 'no determina suficientemente el objeto de la subvención y además ha sido abonada de forma anticipada sin haberse exigido ningún tipo de garantía'. El estudio añade que incluso el Consejo de Gobierno foral 'a la fecha de realización de nuestro trabajo' había iniciado 'un procedimiento de reintegro de la subvención al no tener suficiente seguridad de la correcta aplicación de ésta'.

El Tribunal de Cuentas recuerda que la concesión de subvenciones directas 'debe ser utilizada de forma restrictiva' e incide en las ayudas del Departamento de Cultura, que 'de forma muy significativa se otorgan de manera directa'. Sobre ello, cita la concesión de 120 millones para la celebración de eventos deportivos; 28 a actos culturales diversos y 121, en apoyo a determinadas instituciones culturales. 'En otras tres líneas de subvenciones de diferentes departamentos, por importe de 281 millones, se constata que se han abonado subvenciones sin que se hayan cumplido los requisitos fijados en los correspondientes acuerdos de concesión'.

El informe confirma irregularidades en los contratos públicos, aunque se observa una clara mejoría. De los 66 expedientes analizados, adjudicados por 28.200 millones, se observa alguna deficiencia en 14 de ellos con un valor de casi 8.000 millones. Hasta hace poco las anomalías aparecían en la mitad de los contratos analizados y ya en el ejercicio de 1998 se redujo al 42%.

Fachada de la sede de la Diputación de Vizcaya, en Bilbao.
Fachada de la sede de la Diputación de Vizcaya, en Bilbao.SANTOS CIRILO

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