La Red Natura 2000 en la Comunidad Valenciana

Con el reciente acuerdo de aprobación, por parte del Consell, de la lista de Lugares de Interés Comunitario (LIC) propuestos por la Comunidad Valenciana para la constitución de la Red Natura 2000, culmina uno de los principales objetivos en materia de medio ambiente del Gobierno valenciano. Los 94 espacios designados, con más de 680.000 hectáreas, protegen el 26 % del territorio de la Comunidad Valenciana. Se cumple de esta forma uno de los compromisos de gobierno adquiridos al comienzo de la actual legislatura, lo que va a permitir que la Comunidad Valenciana se integre en la más extensa y coherente red de espacios naturales de escala continental.

La Red Natura 2000 es un conjunto de espacios protegidos en el ámbito de la Unión Europea, cuyo principal objetivo es la preservación de la biodiversidad, a través de la conservación de hábitats y especies representativos de la flora y la fauna de interés comunitario. Se compone de dos tipos de zonas: los ya mencionados Lugares de Interés Comunitario y las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAS). Las primeras albergan hábitats y especies definidos en la Directiva Europea de Hábitats, mientras que las segundas son lugares adecuados para la conservación de las aves objeto de protección en la Directiva Europea de Aves. Asimismo, y tal como sucede con espacios como el marjal dels Moros, una zona puede ser catalogada como LIC y ZEPA al mismo tiempo.

'La red es el contrapeso a los crecientes procesos de ocupación del territorio por el desarrollo urbano'

La propuesta viene a completar la lista acordada por el Gobierno valenciano en diciembre de 1997, incorporando un mayor equilibrio territorial entre espacios interiores y litorales, aumentando los hábitats marinos y fluviales e incluyendo como novedad cuevas y microrreservas de elevado interés natural. Todo ello desde la óptica de la mejora de la futura gestión de la red y de las consideraciones socioeconómicas y espaciales.

Pero una propuesta con una incidencia espacial de esta magnitud no podía hacerse sin la obligada coordinación con otras Administraciones sectoriales con implicaciones territoriales. Así, el proyecto ha sido ampliamente debatido y consensuado con la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, la Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Ministerio de Fomento. Cuando la Red Natura se consolide totalmente en el año 2004 se constituirá en la red de espacios naturales europeos del siglo XXI, y en uno de los grandes referentes de la política medioambiental de la Unión y, en consonancia con ésta, de la distribución de fondos estructurales para asegurar el desarrollo sostenible en todos sus territorios asociados.

Partiendo de estas premisas, se puede afirmar que la generosidad de la contribución de la Comunidad Valenciana a Natura 2000, ajustada a los criterios técnicos y científicos establecidos por la Unión Europea, no es sino un reconocimiento de la importancia nacional e internacional de nuestros ecosistemas, situándonos, junto con Andalucía, a la cabeza del Estado en cuanto a porcentaje superficial de las grandes regiones españolas, superando la media nacional (22,9%) y a territorios comparables al nuestro desde el punto de vista de ecosistemas mediterráneos como Cataluña con un 19,3% o Murcia con un10,4%.

Si establecemos comparaciones en el ámbito europeo, la Comunidad Valenciana duplica, en cuanto a porcentaje del territorio incluido en la Red Natura, el valor medio del conjunto de los países de la Unión, como no puede ser de otra manera dada la riqueza de la diversidad biológica española y particularmente la de nuestra Comunidad, que supera en número de especies y endemismos a países enteros de la magnitud de Reino Unido o Alemania.

Ahora bien, tenemos que tener en cuenta que la Red Natura 2000 valenciana está constituida por un conjunto de ámbitos geográficos entre los que podemos encontrar espacios como los parques naturales o las zonas húmedas, los cuales, por sus valores y funciones, ya tienen protección específica derivada de la Ley 11/94 de Espacios Protegidos de la Comunidad Valenciana. En el resto habrá que fijar unas medidas de conservación que respondan a las exigencias ecológicas de los hábitats y especies tal y como marcan las directrices europeas.

Directrices que apuestan por una estrategia moderna de conservación positiva, en la que las medidas y los planes de gestión o de desarrollo sostenible aplicables a los Lugares de Interés Comunitario tendrán en cuenta las particularidades económicas, sociales y culturales de las zonas, incorporando en cualquier caso el principio de integración de las variables ambientales en las distintas políticas sectoriales.

Por otra parte, y dada la amplitud de las zonas catalogadas, existirán superficies con distinto grado de protección dentro de una LIC, pudiendo localizarse determinadas actividades en los espacios con mayor aptitud, siempre que no se afecte a la integridad de los hábitats allí representados y a los objetivos propios de su conservación. En cualquier caso, la Evaluación del Impacto Ambiental garantizará la alternativa más óptima o en su caso las medidas correctoras necesarias para compatibilizar las actuaciones con el mantenimiento de las funciones ambientales de estos espacios.

Es decir, estamos ante un modelo nuevo de abordar la realidad medioambiental, en lo que a la protección del territorio se refiere, que va a requerir esfuerzos por parte de todos, de la Administración, de los habitantes de estos lugares y de la sociedad en su conjunto. Es necesario abordar la implantación de la Red Natura en la Comunidad Valenciana como una nueva forma de relación entre los espacios rurales y los urbanos, huyendo de los dogmatismos proteccionistas que solamente conducen al rechazo social y al deterioro de las funciones ambientales del territorio.

La red es el contrapeso necesario a los crecientes procesos de ocupación del territorio por los desarrollos urbanos, las grandes infraestructuras, así como por el turismo intensivo. De su consolidación depende, en gran parte, el mantenimiento de estas importantes actividades económicas que hoy exigen la máxima calidad ambiental

Se debe, pues, contemplar la Red Natura como una gran oportunidad para el desarrollo sostenible de nuestra Comunidad. Porque además de la riqueza biológica, estos espacios están realizando importantes funciones ambientales, productivas, recreativas, culturales, etc, funciones a las que las sociedades modernas les están atribuyendo valores cada vez más tangibles y objetivos en relación con los recursos más básicos: el agua, el aire, el suelo y, en definitiva, el territorio. Territorio que es nuestro primer y principal activo y su uso sostenible es la mayor y, seguramente la única, garantía de futuro.

No podemos por más que congratularnos de que esta propuesta del Gobierno valenciano haya gozado de una aceptación tan unánime entre todos los foros políticos, académicos y sociales de nuestra Comunidad. Es una demostración palpable de que este Gobierno está fuertemente comprometido con la defensa del Medio Ambiente, como no podía ser menos en un partido moderno y receptivo ante las nuevas demandas sociales.

Fernando Modrego es consejero de Medio Ambiente de la Generalitat.