Educación mantendrá los modelos hasta euskaldunizar al profesorado

El consejero de Educación en funciones, Inaxio Oliveri, aplazó ayer la reforma de los actuales modelos lingüísticos del sistema educativo hasta que todos los profesores de la red pública y de la privada concertada dominen el euskera. Oliveri reconoció, no obstante, que las circunstancias sociales que llevaron a estructurar hace veinte años la enseñanza vasca en los actuales modelos A (en castellano con el euskera como asignatura), B (bilingüe) y D (en euskera con el castellano como asignatura) han variado y que estos cambios 'obligan a realizar adaptaciones'. El Consejo Escolar de Euskadi ha sido el primero en lanzar este debate al plantear la pasada semana, en su informe sobre la situación de la enseñanza, la necesidad de superar el encorsetamiento de los tres modelos y asumir uno como marco general para todos, con una aplicación flexible por cada centro escolar en función de sus circunstancias y de la zona donde esté enclavado (euskaldún o castellanoparlante).

Sin embargo, el consejero consideró que no es posible poner en marcha una reforma ahora con los porcentajes de profesores que dominan en estos momentos el euskera. Mientras que en la red pública son bilingües el 70% de los docentes, en la red privada concertada esa cifra ronda el 50%. 'Aún queda mucho por hacer en este terreno', aseguró Oliveri. En la actualidad, la red pública no universitaria está formada por 17.000 docentes (incluidos 4.000 interinos) y la privada concertada por otros 11.000.

El consejero realizó un balance 'muy positivo' de los resultados obtenidos a través del sistema de modelos lingüísticos, implantado en los años 80 con un consenso parcial y renovado después en 1990. Según Oliveri, los modelos han permitido progresar en el bilingüismo y la euskaldunización de la red educativa, así como incrementar la calidad de la educación y mejorar el perfil profesional del profesorado. Oliveri aceptó que las condiciones sociales han cambiado y puso como ejemplo la necesidad de introducir una tercera lengua, el inglés, a edades cada vez más tempranas. 'Ya no es suficiente con enseñar la gramática del inglés, sino que debe utilizarse esta lengua de manera vehicular, para impartir asignaturas o realizar actividades extraescolares'. De esta forma, el consejero llegó a la conclusión de que los cambios en los modelos se tienen que producir a su debido tiempo y siempre teniendo en cuenta dos objetivos: garantizar el correcto aprendizaje del euskera y del castellano y respetar la libre opción de los padres a la hora de matricular a sus hijos en un modelo u otro. De momento, el principal obstáculo para la reforma es la euskaldunización del profesorado. Educación puso en marcha hace más de diez años el programa Irale, destinado a liberar a los profesores para que aprendan euskera y logren acreditar el perfil lingüístico 1 (conocimientos básicos de la lengua vasca) y el 2 (faculta para dar clases de euskera o en euskera). Las liberaciones pueden ser de hasta tres años, tomadas de forma ininterrumpida o fragmentada. Cerca de mil docentes de las redes pública y privada concertada acceden cada año a este programa. Los resultados en los últimos años están arrojando un alto nivel de suspensos. En la última convocatoria, más de un 65% de los docentes suspendieron el examen. Oliveri reconoció ayer la necesidad de reformar el programa Irale, porque 'hay demasiados suspensos'. Introducir la evaluación continua (que los docentes no se juegen la nota a un examen único) es una posibilidad que no contempla el departamento de Educación. 'No se pueden rebajar las exigencias', recalcó. Entre los cambios que baraja Oliveri están los de seleccionar mejor a los candidatos al programa y comenzar las prejubilaciones de los docentes a partir de 56 años (en su mayoría castellanoparlantes), lo que permitiría introducir en el sistema a docentes jóvenes con perfil lingüístico 2. Oliveri no seguirá la próxima legislatura en la consejería, con lo que cualquier reforma queda en manos del futuro equipo.