La Biblioteca Nacional expone los tesoros de la cartografía española

Formas náuticas y maderas oscuras conducen el montaje de la exposición Tesoros de la cartografía española, en la Biblioteca Nacional, de Madrid (paseo de Recoletos, 20, www.bne.es), realizado por el arquitecto Juan Pablo Rodríguez Frade, con el patrocinio de Caja Duero. Hasta el 1 de agosto se podrán ver una selección de 80 mapas -algunos de ellos nunca expuestos- y una docena de instrumentos, procedentes de los fondos de la Biblioteca Nacional, Archivo General Militar de Madrid, Servicio Geográfico del Ejército, Museo Naval, Archivo General de Indias y la Real Sociedad Geográfica.

Los 250 asistentes al XIX Congreso Internacional de Historia de la Cartografía estuvieron ayer en la apertura de la exposición, junto con el secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca; el secretario general de Política de Defensa, Javier Jiménez; el director y el presidente del patronato de la Biblioteca Nacional, Luis Racionero y Antonio Fontán, y el director de la Real Academia de la Historia, Gonzalo Anes. También se celebran muestras en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla, de la Universidad Complutense (libros de geografía), y en el Centro Mesonero Romanos, plaza Mayor (Madrid en sus planos).

Los instrumentos científicos relacionados con los levantamientos cartográficos ocupan las primeras vitrinas de la muestra, preparada por las comisarias Carmen Líter, jefa del servicio de cartografía de la Biblioteca Nacional, y Luisa Martín-Merás, jefa de la sección cartográfica del Museo Naval. El astrolabio astronómico de procedencia árabe, el modelo de la carabela Niña, una plancheta pretoriana, el nivel geodésico y otros aparatos, por lo general de procedencia inglesa, sitúan la evolución histórica de los instrumentos utilizados en levantamientos cartográficos terrestres y marítimos.

El recorrido propuesto sigue por la cartografía de España desde el siglo XVI, con las repercusiones del descubrimiento de América y el empujón de los monarcas Borbones en el siglo XVIII con las ideas de la Ilustración y la creación de centros de investigación y formación. Se pueden ver los mapas generales de España, hechos por flamencos e italianos, y los más numerosos de cartógrafos españoles de mapas regionales, como el encargado por el marqués de la Ensenada y las 34 provincias realizadas por Francisco de Coello.

En el centro del montaje se distingue el cofre de los tesoros, con los primeros mapas medievales, como el que figura en las Etimologías de San Isidoro o el mapamundi cuatripartito del Beato de Liébana, junto al Orbis Terrestris descriptio, de Christian Sgrooten, y la primera representación de América en la carta de Juan de la Cosa. El recorrido sigue por la cartografía de América y de otros territorios de ultramar, donde aparecen las ciudades fortificadas de América y un mapa de la isla de Pascua.

El mundo que aparece en la exposición interesa sobre todo a un millar de especialistas en el mundo que siguen la cartografía histórica. La cuarta parte se encuentra esta semana en Madrid para tratar temas de cartografía colonial, mapas y entorno, así como reuniones de la Sociedad Internacional de Conservadores de Mapas Antiguos y de la Asociación Cartográfica Internacional.