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LA ONU CONTRA EL VIH

La cumbre sobre el sida fija una estrategia tras superar los prejuicios

El fondo contra la pandemia no suscita el suficiente apoyo económico

El sida ha demostrado ser no sólo un tema de salud que pide soluciones financieras y politicas, sino un problema cultural y político. Las negociaciones del texto final duraron hasta el último minuto. El martes por la tarde se había llegado a un acuerdo para aguar las referencias explícitas a la homosexualidad, la prostitución y la drogadicción, que los 53 países islámicos, liderados por Egipto, estimaban culturalmente ofensivas. Tras largos debates, los 'hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres' se transformaron en 'prácticas sexuales', la prostitución en 'medios de vida' y la población carcelaria se mencionó como 'reclusión en instituciones'.

Todo parecía listo para la conferencia de prensa final del secretario general, Kofi Annan, cuando a primera hora de ayer el grupo islámico, representado esta vez por Malaisia, interpuso nuevas objeciones a los párrafos sobre la capacidad de las mujeres a 'controlar y decidir de manera libre y responsable las cuestiones privadas relativas a su sexualidad' y a una mención que citaba los factores culturales como obstáculos para prevenir el sida. Los párrafos finalmente se quedaron.

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Más que gramática

La declaración pretende ser un documento de estrategia global contra la epidemia. Fija objetivos esperanzadores para los próximos cinco años, como reducir la incidencia entre los jóvenes en un 25% o adoptar leyes nacionales específicas. Su difícil elaboración no es sólo cosa de gramática: muchos países opinan que obviar las referencias a los grupos de riesgo significa limitar o anular su acceso a tratamientos adecuados y perpetuar su marginación social.

'Hemos visto surgir las penosas diferencias entre países, pero éste es el mejor sitio para hacerlo. Las diferencias deben tratarse públicamente', dijo Annan a la prensa. 'La lucha no se gana en un día. En algunos países tomará más tiempo que en otros'. El secretario general subrayó contundentemente, sin mencionar a la oposición islámica, que 'las mujeres están en primera línea en esta batalla que sólo pueden ganar si tienen acceso a la educación y a sus derechos. El poder de las mujeres es la mejor vacuna de África contra el VIH'.

Annan no mostró desaliento ante el poco entusiasmo que ha despertado su iniciativa de Fondo Global. El nuevo órgano, que aún no se ha creado, debería reunir aportaciones públicas y privadas contra el sida. Las donaciones iniciales se cifran en algo más de 800 millones de dólares, cuando Annan pedía de 7.000 a 10.000 millones anuales. En declaraciones a The Guardian, la ministra británica para el Desarrollo Internacional, Claire Short, dijo que la idea de Annan era 'irrealizable'.

España ha prometido contribuir, pero por ahora 'sigue analizando' el cómo y el cuánto, dijo ayer en la ONU la ministra de Salud, Celia Villalobos. 'Es una decisión que se tomará entre los ministerios de Exteriores, Sanidad y Haciend,a y que será un compromiso para los próximos cinco o 10 años', detalló. Europa no adoptó una posición conjunta sobre el Fondo. Sólo Francia, Reino Unido, Suecia y Noruega anunciaron donaciones. EE UU prometió 200 millones de dólares, cantidad que seguramente se verá incrementada.

El Fondo se volverá a plantear en la reunión del G-8 en julio en Italia. La ONU quiere tenerlo listo y operativo a finales de este año.

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