Petronor mantiene en solitario el proyecto IGCC de Muskiz, pero lo retrasa tres años

La empresa Petronor, filial de Repsol, encabezará en solitario el proyecto energético IGCC de Muskiz tras el anunciado abandono de Iberdrola, que participaba con el 50% del capital. La petrolera vasca busca ahora nuevos socios para la planta, de la que será el accionista mayoritario, aunque ahora fija su puesta en marcha en 2006, tres años después de la previsión inicial. La planta proyectada producirá energía eléctrica aprovechando los residuos del petróleo de la refinería de Muskiz.

'Iberdrola tiene otras prioridades que respetamos, pero nosotros continuamos con el proyecto', aseguró ayer el consejero delegado de Petronor, José Manuel de la Sen. 'Ahora tenemos más grado de libertad para integrar a otros socios', añadió.

La identidad de los futuros accionistas pasa por nombres ya barajados: la petrolera norteamericana Texaco e inversores locales, como las cajas vascas o el EVE. De la Sen dijo que no se ha concretado la participación accionarial, aunque Petronor mantendrá la mayoría.

La inversión global, que hasta ahora se cifraba en 161.000 millones, alcanza ahora los 180.000, según reveló el consejero delegado. La petroquímica confía en obtener 40.000 millones en ayudas nacionales e internacionales debido a la componente medioambiental y tecnológica del proyecto.

Petronor, que ayer celebró junta de accionistas, obtuvo el pasado año 'resultados máximos históricos', con más de 36.000 millones de beneficios (casi el triple que en 1999) y una facturación de 600.850 millones, frente a los 381.000 del ejercicio anterior.

El primero de los cinco grandes proyectos energéticos vascos -junto a las dos plantas de regasificación y generación eléctrica en el Puerto de Bilbao, la central de ESB en Amorebieta y la incineradora de Zabalgarbi en Bilbao- y el mayor plan industrial del País Vasco de los últimos años no está en el aire, según los responsables de Petronor. El anuncio, hace diez días, de que Iberdrola abandonaba la iniciativa, en la que participaba al 50%, no parece haber hecho mella en la compañía radicada en Muskiz. 'Iberdrola tiene otras prioridades que respetamos pero nosotros continuamos con el proyecto', señaló José Manuel de la Sen en un encuentro con periodistas previo a la junta de accionistas de la empresa, celebrada ayer. 'Ahora tenemos más grado de libertad para integrar a otros socios', añadió.

El responsable de la filial de Repsol subrayó que tienen peticiones concretas para participar en la inversión, como la de la petrolera estadounidense Texaco y 'entidades locales' (en referencia a las cajas de ahorros o el EVE), pero sin aportar más datos. De la Sen dijo que no se ha concretado la participación de estos posibles socios, aunque sí aseguró que Petronor tendrá la mayoría accionarial. 'No puedo confirmar el resto de la participación. Estamos estudiándolo'.

La presencia de Texaco ya existe actualmente como socio tecnológico y, según indicaron hace un año los responsables de Petronor, la multinacional estaría dispuesta a participar en la central energética de Muskiz con hasta un 40% del capital.

El consejero delegado reveló que IGCC ha completado ya su primera fase, que ha consistido en la finalización del proyecto de ingeniería de detalle, y se encuentra ya en la segunda, que abordará la tramitación de los diferentes expedientes administrativos, como la evaluación de impacto ambiental o los planes de seguridad. El pasado día 20, Petronor presentó ante el Ministerio de Energía la documentación con el estudio de impacto. 'En 18 meses tendríamos los permisos para la construcción', dijo, por lo que la intención es empezar las obras de la planta en 2003.

Tres años de demoraEste plazo supone una demora de tres años en las previsiones iniciales, que situaban la puesta en funcionamiento de la planta en 2003. Ahora, 'si el programa se cumple, el arranque sería para 2006', anunció José Manuel de la Sen.

El consejero delegado achacó la demora a los retrasos en el plazo de entrega de algunos equipos, debido a la fuerte demanda internacional. Pero también ha influido el intento fallido de OPA de Repsol sobre Iberdrola y la posterior operación que intentó realizar Gas Natural, a lo que se han unido las dificultades para acceder a ayudas a la generación en un mercado liberalizado, dada la fuerte inversión requerida.

40.000 millones en ayudasLa inversión global, que hasta ahora se cifraba en 161.000 millones, ya se calcula en 180.000. De la Sen mostró su confianza en obtener 40.000 millones de ayudas nacionales e internacionales 'por los temas novedosos en materia medioambiental y tecnológica' de la planta, aunque no supeditó la concesión de estas subvenciones para el desarrollo de esta infraestructura. 'Son importantes; no se puede decir que serían determinantes', matizó.

El plan financiero y la cifra de endeudamiento aún está sin definir. No obstante, el responsable de Petronor aseguró que su empresa está en condiciones de afrontar, inicialmente, en solitario la fuerte inversión, al disponer de 76.000 millones de recursos propios y otros 40.000 millones de fondos disponibles a corto plazo. De la Sen consideró fundamental que no se produzcan retrasos durante la fase de construcción de la planta, cuyo plazo previsto es de dos años. 'Sería muy malo para el proyecto de financiación que hubiera retrasos por encima de lo previsto. A los inversores debemos garantizarles una rentabilidad, una marcha del proyecto fluida y sin sorpresas', dijo.

La compañía reiteró las ventajas de la tecnología seleccionada para la planta, debido a su alto rendimiento energético -'con menos combustible, más kilovatios'- y la minimización del 'impacto medioambiental que todo tipo de actividad industrial supone'. Aseguró De la Sen que los resultados ambientales 'quedan bastante por debajo de las exigencias internacionales más estrictas no sólo a corto, sino también a medio y largo plazo', y destacó la eliminación de cerca del 22% de fuel oil excedentario que tiene ahora la refinería, un residuo que cada vez tiene más dificultades de colocación en el mercado europeo de combustibles..

Los responsables de la empresa incidieron en la importancia de inversión para la economía vasca, tanto por creación de empleo como por ingresos fiscales. La planta IGCC, que se impulsó en 1997 tras un acuerdo entre Iberdrola, Repsol y Gas Natural, tiene previsto crear 150 puestos de trabajo directos y cerca de 500 inducidos, a los que se unirían entre 1.500 y 2.500 trabajadores en la fase de construcción.