Alberto lleva al museo la poética de Vallecas
El Reina Sofía dedica la antológica definitiva del escultor con 200 obras de todas sus etapas
La estrella roja de cinco puntas corona la escultura El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella, que anuncia, a la entrada del Museo Nacional Reina Sofía, de Madrid (Santa Isabel, 52), la antológica dedicada al escultor Alberto (Toledo, 1895- Moscú, 1962). El director del museo, Juan Manuel Bonet, dijo ayer que era un día histórico 'cargado de simbolismo' al presentar a un gran desconocido de la cultura española y poder reunir la reconstrucción del monolito de la entrada, realizada por Jordi Ballester y Agustín Villanueva, y el mural del Guernica de Picasso, que ya estuvieron juntos en el pabellón de España en la Exposición Universal de París de 1937.
La antológica, abierta hasta el 17 de septiembre y patrocinada por Telefónica (después viajará a Toledo y Barcelona), se plantea como un homenaje a una de las figuras de la vanguardia histórica, con un montaje de 200 obras -entre esculturas, pinturas, dibujos y escenografías- de todas sus etapas. Los comisarios de la muestra, los historiadores del arte Concha Lomba y Jaime Brihuega, han recuperado gran parte de la producción de Alberto Sánchez -el artista firma únicamente Alberto desde 1924-, tras una labor de restauración en el departamento del museo, al tratarse de materiales frágiles. Al montaje se han incorporado cinco decorados de Fuenteovejuna para La Barraca de Lorca, que se exponen por primera vez. Los comisarios creen que se van a descubrir más obras, al enterarse de que hay piezas de su etapa de París en colecciones argentinas. También se muestran fotos del Servicio del Patrimonio Nacional de 1940 y 1941, con dibujos y esculturas que todavía no han aparecido.
'Alberto es uno de los nombres secretos de la historia del arte español. A veces puede más el mito que las propias obras, por lo que había que hacer un homenaje de este tipo', declaró ayer Juan Manuel Bonet. El director del museo prepara con Jaime Brihuega otra exposición que prolongue 'la poética de Vallecas' en otros artistas, al establecer relaciones con Torres-García, Maruja Mallo, Luis Castellanos y otros vanguardistas. 'Este artista genial articuló a toda una generación'.
En la muestra hay un dibujo, Café de Atocha, de 1924, donde se reunían Lorca, Barradas, Dalí, Alberto y otros artistas. El nombre de Alberto está unido al de Benjamín Palencia en la creación de la Escuela de Vallecas, a partir de unas 'caminatas iniciático-poéticas' que desde el café de Atocha se prolongaban hasta los campos de Vallecas y su cerro de Almodóvar, a Valdemoro, a Guadalajara y a tierras de Toledo. Los comisarios han preferido quitar el nombre de escuela, que no se aplicaba antes de la guerra civil, y preferir el de poética, como una sensibilidad común que coincide en el arte español durante el tiempo de la II República, y que afecta a otros artistas catalanes y valencianos. 'Alberto no se diluye en una escuela, sino que su figura se refuerza en la cultura española, una especie de mirada de la generación del 98, pero más abierta y en contacto con la vanguardia', afirma Jaime Brihuega.
El hijo del artista, Alcaén Sánchez, que ayer acudió a la presentación de la exposición junto con su madre, Clara Sancha, cree que su padre era 'un castellano universal, a través de unos símbolos plásticos hechos en Castilla', según aparece en un audiovisual que se incorpora al montaje. Clara Sancha también se refiere a que 'todo lo que hacía le salía español', al recordar su estancia en Moscú, que empezó como una visita más de los intelectuales de izquierdas, como Alberti, Neruda o Blas de Otero, y acabó con su muerte en 1962.
El destino de una obra
Alberto descansa en el cementerio alemán de Moscú, junto a otros amigos españoles, como el arquitecto Luis Lacasa y el escritor Muñoz Arconada. 'La familia no se plantea trasladar los restos a España, porque creo que está muy a gusto en este cementerio de Moscú', dijo ayer Alcaén Sánchez, que pidió conocer el destino de una obra monumental, un Sagrado Corazón que fue instalado en la iglesia de las islas Chafarinas, ahora controladas por el Ministerio de Defensa. La etapa rusa de Alberto está dividida entre los años 1939-1957 y 1958-1962. Según Concha Lomba, conocer la historia y la intrahistoria de su estancia en la Unión Soviética ha sido posible con la colaboración de su viuda y su hijo. En estos periodos, Alberto trabaja, en primer lugar, en la escenografía, después dibuja 'con referencias a la poética castellana', comienza a pintar al óleo paisajes, bodegones y autorretratos y en 1956 se produce 'un renacimiento escultórico'.
El montaje, en la tercera planta del Reina Sofía, comienza con los años veinte, entre fotos actuales de sus paisajes de Emilio Sánchez Martín, y sigue por los años treinta, con la poética de Vallecas, el viaje a París y su participación en la exposición de 1937 junto a Picasso, Calder y Miró. La etapa de Alberto y el teatro en 1933 ocupan la sala 41 de la cuarta planta, con los telones originales para La romería de los cornudos y figurines para Fuenteovejuna.
El catálogo completa la visión de Alberto con ensayos de los comisarios y el director del museo, Valeriano Bozal, Eugenio Carmona, Adolfo Gómez Cedillo, Javier Pérez Segura, Robert S. Lubar y un estudio técnico sobre la restauración de las esculturas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.